El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, atacó este martes a la oposición tras evitar un proceso que hubiera podido llevar a su destitución, luego de que el Congreso rechazara levantarle la inmunidad.
El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) había solicitado al Congreso de Diputados desaforar al mandatario para que fuera investigado por aprovechar presuntamente su cargo «ilegítimamente» y «favorecer un programa político» para las elecciones presidenciales de febrero de 2026.
La moción obtuvo 35 votos a favor y 21 en contra, pero se requería una mayoría calificada de 38 votos para dejarlo sin fuero.
«Le agradezco a esos 21 patriotas que hicieron lo correcto, obviamente a los 35 filibusteros que se prestaron al juego, que Dios los perdone», dijo Chaves.
El presidente también acusó a sus opositores de querer «violentar» las instituciones y de «mancillar la Constitución y nuestras leyes» con los procesos en su contra.
Según Chaves, «el pueblo de Costa Rica recordará como los correctos» a los que votaron por no quitarle la inmunidad, mientras que a los otros «los olvidarán tan pronto como retiren la placa de sus curules».
Era la segunda vez que Chaves, de 64 años, se jugaba su futuro político ante el Congreso de Diputados, que en septiembre pasado rechazó quitarle el fuero por un caso de presunta corrupción, algo inédito en Costa Rica, donde nunca un presidente había enfrentado un proceso de desafuero.
«Hoy se les cayó el segundo show», afirmó Chaves, según el cual, «no hay suficientes filibusteros» en el Congreso para desaforarlo, «a pesar de que hay muchos».
Chaves mantiene un enfrentamiento abierto con los titulares de la Corte Suprema, la Fiscalía, el Congreso y el Tribunal de Elecciones, a los que acusa de sabotear las reformas que pretende llevar adelante, mientras los jefes de estas instituciones le atribuyen derivas autoritarias.
«Pareciera que hay gente que se está enterrando con los liderazgos viejos y podridos que nos trajeron aquí», concluyó.
