Una mujer acudió este lunes a la Fiscalía del Distrito Nacional, donde denunció que fue agredida físicamente en un intento de rapto perpetrado por su expareja, incidente que terminó con la víctima desmayada en una estación de combustible.
Treyci Severino, de 33 años de edad, narró que su expareja, Pascual Ovalles, la abordó violentamente y la obligó a subir a una guagua donde procedió a golpearla repetidamente, incluso utilizando su propia cabeza para impactarla hasta casi dejarla inconsciente, a pesar de existir una orden de alejamiento y denuncias previas en su contra.
Con visibles huellas de violencia y el temor de que la próxima agresión sea fatal, Severino solicita a la Fiscalía que se ejecute la orden de arresto de manera inmediata en contra Ovalles.
La mujer narró que, en un descuido de su agresor, con quien llevaba alrededor de tres meses separada y con quien procreó un hijo, mientras se encontraban frente a una estación de combustible, logró zafarse y emprender la huida.
“Cuando se me soltó, corrí hacia la bomba. Ahí cuando llegué, me desmayé», explicó la mujer, quien fue asistida por personas en el lugar tras perder el conocimiento debido a la severidad de los golpes recibidos en la cabeza y el cuerpo.
Un historial de violencia
La victima reiteró que ya se encontraba separada del agresor debido a maltratos previos y que, de hecho, ya existía una orden de arresto vigente en su contra.
Sin embargo, este nuevo ataque fue más grave, ya que el agresor actuó en compañía de un tercero, identificado como el dueño del vehículo en el que la trasladaron.
La situación se tornó aún más alarmante cuando el «padrino» del hijo de la víctima alertó a la madre de esta, informando que el agresor se había llevado a la mujer y que su paradero era desconocido en ese momento.
Clamor por justicia
«Yo quiero que lo metan preso», manifestó la mujer, quien reiteró que siente un profundo temor por su vida tras años de una relación marcada por la violencia.



