San Francisco. Dentro de la espiral delictiva que observan los munícipes, los exigen de mayor presencia policial y de seguridad del Estado, ante los continuos enfrentamientos, reyertas, refriegas a tiros, todos con armas ilegales, estamentos de ¨¨inteligencia¨¨ vuelven con la aviesa acción de los famosos registros ajenos a los procedimientos del régimen normativo.

Con razón aumenta la falta de credibilidad en los organismos de control social, entiéndase Policía Nacional y Fuerzas Armadas, cuando residentes de municipios de la zona observan como alcahuetes del G2, dizque de ¨¨inteligencia¨¨ se dedican al burdo y escatológico macuteo , en lugar de dar seguimiento a la cantidad de armas en manos de delincuentes, atracadores en toda la región.



En los meses recientes, la misma unidad del G2, estamento de seguridad e inteligencia de las Fuerzas Armadas, vienen realizando operativos ilegales, en los tramos Castillo-Hostos, Castillo-Villa Riva, donde nadie sabe que se incauta, donde va, empero, los requisados son extorsionados por los oficiales cuando sus permisos de porte de armas están vencidos, en tanto, los efectivos cuando reyertas a tiros entre delincuentes o en atracos nunca son avistados.

Pese a lo ilegal de la práctica, dado que nunca los operativos son, luego de hechos en flagrancia, por lo que los mismos deben de ser informado al fiscalizador del municipio o en su presencia, no obstante, esto no se produce, tal como lo establece la normativa procesal penal vigente.



Esto, sumado a la errática competencia del ministerio publico en la zona, no obstante, tener el monopolio de las investigaciones en todos los hechos punibles o de prevención, en este caso, son los grandes ausentes de las tropelías violatorias a los artículos 176 al 178 del Código Procesal Penal, CPP.

Por Reynaldo Hernández Rosa