El 40% de los norteamericanos asesinados fuera de su país en la última década perdieron la vida tras cruzar el Río Grande. Filipinas, Honduras y Dominicana lo siguen en la lista.



C

uando el nieto de Malcolm X fue golpeado hasta la muerte la semana pasada en un arrabalero bar de la Ciudad de México, se unió a los cientos de ciudadanos de Estados Unidos que han sido asesinados en los últimos años en este país, donde los homicidios se cuentan por decenas de miles.



 

Excluyendo a los que murieron en ataques terroristas y a los soldados estadounidenses caídos en acción, México ha registrado más muertes de ciudadanos de esa nación que cualquier otra parte del mundo en la década pasada, de acuerdo con un análisis de la AFP a partir de datos del Departamento de Estado norteamericano.

 

Al menos 648 ciudadanos de Estados Unidos fueron asesinados en México entre octubre de 2002 y diciembre de 2012 –fecha del último dato disponible–, una cifra que representa más del 40% de las casi 1.699 víctimas fatales estadounidenses que se registraron alrededor del mundo en el mismo período.

El país con el registro más cercano es Filipinas, con 84 homicidios, seguido porHonduras y República Dominicana con 77 cada uno.

Los estadounidenses asesinados en México fueron incluso más que los que murieron en ataques terroristas en todo del mundo, con 300 muertes registradas en esta categoría desde octubre de 2002.

Malcolm Shabazz, de 29 años y nieto del difunto activista afroamericano Malcolm X, fue encontrado tirado en la calle frente a The Palace Club el 9 de mayo pasado, con golpes mortales en la cabeza, luego de haber reclamado por una cuenta de 1.200 dólares, que le cobraron en el bar y que se negó a pagar.

Dos meseros del local fueron arrestadosesta semana acusados de asesinato.

México recibe más visitantes estadounidenses como Shabazz que cualquier otra nación. Más de 20 millones de turistas viajaron el año pasado a territorio mexicano, de acuerdo con cifras del gobierno de Estados Unidos y un millón reside en este país.

Mientras los estadounidenses han sido asesinados en hechos de la delincuencia común como robos, algunos han quedado atrapados en medio del fuego de la feroz lucha del narcotráfico que se libra en México, que ha dejado más de 70.000 personas muertas desde 2006.

Uno de los casos de más alto perfil es el delagente Jaime Zapata (foto), del servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos,asesinado presuntamente por miembros del cartel de Los Zetas cuando se trasladaba en su camioneta en una carretera de San Luis Potosí (centro) en febrero de 2011.

En septiembre de 2010, sicarios de un cartel mataron a David Hartley (foto debajo), de 37 años, cuando esquiaba con su mujer Tiffany en un lago ubicado en lafrontera entre Texas y Tamaulipas, en el noreste de México.

Pero algunas de estas muertes son de mexicanos con doble nacionalidad vinculados a las pandillas.

Unos doce ciudadanos estadounidenses fueron asesinados el año pasado en el estado de Baja California y varios de ellos mantenían la nacionalidad mexicana, según fiscales.

«Estas muertes están vinculadas con la delincuencia organizada», dijo a la AFP Víctor Adrián Ramírez, vocero de la fiscalía estatal.

Dos hermanos que fueron encontrados muertos por balazos en una casa de la fronteriza ciudad de Mexicali habían utilizado su doble nacionalidad para traficar armas a México y para llevar droga al otro lado de la frontera, indicó Ramírez.

Las ciudades con el récord de homicidios de estadounidenses están en la frontera, donde los cárteles luchan por el control del lucrativo negocio del tráfico de drogas hacia Estados Unidos.

De los 648 asesinatos de estadounidenses en la década pasada, 511 ocurrieron entre 2006 y 2012. Los homicidios se incrementaron de 33 en 2007 hasta alcanzar su mayor pico de 113 en 2011, antes de caer a 71 el año pasado.

Tijuana, fronteriza con San Diego (EEUU) presentó la mayor cantidad de homicidios de estadounidenses en los pasados 10 años, con 130 muertes reportadas.

Ciudad Juárez, que en un tiempo se conoció como la capital mundial de los asesinatos, alcanzó un récord de 120 muertes de estadounidenses y Nuevo Laredo tuvo 42, ambas en la frontera con Texas.

«Si observas cómo estalló la guerra del narcotráfico y dónde ha estado lo más caliente, las tres principales ciudades reflejan eso», dijo de su lado a la AFP Scott Stewart, un ex agente especial del Departamento de Estado.

En Ciudad Juárez, por ejemplo, la pandilla de Los Aztecas está aliada al grupo Barrio Azteca que opera del otro lado de la frontera en la texana ciudad de El Paso.

«Tú tienes a pandilleros americanos trabajando con los pandilleros mexicanos de la mano», añadió Stewart, un reconocido analista de Stratfor, una consultoría de inteligencia de Estados Unidos.

En suma, 8.392 estadounidenses fueron reportados muertos en el mundo en circunstancias que van desde los accidentes automovilísticos hasta los suicidios, ahogamientos y «actos terroristas» desde octubre de 2002, de los cuales 2.344 murieron en México.

AFP