Dos hermanos se convirtieron en los hombres más buscados de Francia, sospechosos del asalto a la oficina del semanario satírico en el que murieron una docena de personas y que conmocionó al país y a buena parte del mundo.

Cherif Kouachi, de 32 años, y Said Kouachi, de 34, se convirtieron en el objeto de una enorme operación de búsqueda tras los asesinatos del miércoles en las oficinas de Charlie Hebdo en París.



El menor de los Kouachi fue condenado a 18 meses de prisión en 2008 porque pretendía viajar para unirse a combatientes islámicos en Irak.

Periodistas de la agencia de noticias Associated Press que cubrieron el juicio, que desveló una trama de reclutamiento en un barrio trabajador y multicultural del nordeste de París para librar una guerra santa islámica, recordaban al acusado como un joven delgado que parecía muy nervioso ante el tribunal.



El abogado de Cherif Kouachi dijo entonces que su cliente se había juntado con malas compañías y estaba sobrepasado por la situación.

Durante el juicio se dijo que Kouachi había recibido sólo formación mínima de combate, saliendo a correr para ponerse en forma y aprendiendo cómo funciona un rifle automático Kalashnikov estudiando un esquema. El ex repartidor de pizzas fue descrito como un guerrero reacio, aliviado de que agentes de contraespionaje franceses le hubieran impedido tomar un vuelo con destino a Siria que en último término debía haberle puesto camino del campo de batalla en Irak.

Sin embargo, la prisión cambió a su antiguo cliente, dijo el abogado Vincent Ollivier al periódico Le Parisien en un artículo publicado el jueves. Cherif Kouachi se volvió hosco e introvertido y empezó a dejarse barba, dijo el abogado. El tiempo que pasó en prisión, señaló Ollivier, podría haberle convertido en una bomba de relojería, informa La Voz, en su portal.

Se sabe menos del hermano mayor, pero el primer ministro francés, Manuel Valls, dijo el jueves a una emisora francesa de radio que los dos hermanos eran conocidos de los servicios de inteligencia y probablemente se les había seguido antes del atentado contra el semanario Charlie Hebdo.

Un tercer sospechoso identificado por las autoridades francesas en el ataque, en el que 12 personas resultaron heridas, se entregó.