Tras siete años de trabajo, un informe llamado ‘Chilcot’ concluyó este miércoles que el exprimer ministro del Reino Unido, Tony Blair, y su gobierno participó en la invasión a Irak —liderada por Estados Unidos— sin contar con las bases legales satisfactorias ni con la planificación apropiada.

El informe también concluyó que no había una amenaza inminente de Saddam Hussein en marzo de 2003 y que el caos en Irak y en la región que se produjo tras su remoción debió haberse previsto.



Blair respondió que tomó la decisión de llevar al país al conflicto enIrak “de buena fe”, que todavía considera que era necesario remover del poder al dictador Saddam Hussein y que no cree que sus acciones fueran una de las causas que han provocado una propagación del extremismo en el último tiempo, en Oriente Medio o en otras partes del mundo.

Estas fueron sus palabras textuales:



“Voy a asumir toda la responsabilidad por cualquier error sin excepción o excusa. Al mismo tiempo, diré por qué, sin embargo, yo creo que fue mejor sacar a Sadam Husein (entonces presidente de Irak) y por qué no creo que esta es la causa del terrorismo que vemos hoy, ya sea en Oriente Medio o en cualquier parte del mundo”

El informe sostuvo que Reino Unido se sumó a la invasión sin agotar las alternativas pacíficas, que subestimó las consecuencias de su participación en la guerra y que la planificación fue totalmente inadecuada.

John Chilcot, en un discurso para dar a conocer los resultados del informe que encabeza, no dijo que la intervención militar en Irak fue ilegal, en una decisión que posiblemente decepcionará a muchos de sus críticos.

9, la invasión y la posterior inestabilidad surgida en Irakhabía provocado la muerte de al menos 150,000 iraquíes, en su mayoría civiles, y desplazado a más de un millón de personas.

tony blair

El informe sostuvo que Reino Unido se sumó a la invasión sin agotar las alternativas pacíficas, que subestimó las consecuencias de su participación en la guerra y que la planificación fue totalmente inadecuada.

AFP