Pese a su precaria situación económica y a deber seis meses de alquiler, Frankie Espil prefiere no ir a trabajar, pues teme ser repatriado como parte de la nueva ola de deportaciones masivas de haitianos indocumentados que comenzó esta semana el gobierno dominicano.
De hecho, muchos haitianos permanecen ocultos o en sus hogares en República Dominicana debido a que el miedo al cólera ha provocado una ola de represión contra los indocumentados y la deportación de más de un millar de ellos.
«‘Tamos un poco asustados», comentó Espil, un albañil de 30 años, ante el rumor de que los agentes de migración «van a entrar a las casas» y que «están recogiendo» a todos los haitianos indocumentados.
Espil, alías «Policía» por su antiguo trabajo como agente en Haití, reside en las afueras de Santo Domingo y para laborar en la capital usa transporte público y pasa por una caseta de peaje, donde desde el miércoles militares armados y agentes migratorios inspeccionan todos los vehículos para detener a los indocumentados.
Panodamadiario.com informa que el director de Migración, Sigfrido Pared, anunció esta semana que se reanudará la devolución masiva de inmigrantes indocumentados del vecino Haití, que habían sido suspendidas por razones humanitarias desde el terremoto que destruyó Puerto Príncipe en enero de 2010.
Explicó que la medida busca detener el constante flujo migratorio y evitar que enfermos de cólera ingresen clandestinamente a territorio dominicano y propaguen la enfermedad, que ya ha provocado más de 3,500 muertes en Haití. En República Dominicana sólo se han detectado 152 casos y ningún deceso.