Palabra: Proverbios 3:27
Este verso me hace pesar en las veces que mi mente empieza a cuestionar a alguien a la hora de hacer un favor. Qué si lo merece o no, que si es para este fin o para aquel. La verdad es que no importa cuál sea el destino de tu ayuda, o para qué, la Biblia es muy clara, no te está dando alternativa a la hora de decir lo que tenemos que hacer, simplemente nos dice que lo hagamos.
Recientemente leí un verso bíblico donde Jesús hacía referencia a qué todas estas cosas, que hacíamos a favor de los demás, es como si lo hiciéramos directamente para Él. No retengamos la gracia, no retengamos la bendición que podemos ofrecer a los demás, pues Dios mismo recompensa nuestras acciones (si realmente la hacemos de corazón).
Dios no se queda con nada de nadie, y realmente paga muy bien.
Por Kirssys Abreu
esta palabra es clarita como el agua……….no dice hacer el bien sin mirar a quien……dice………..que hay que hacer el bien A QUIEN ES DEBIDO….ahi esta la palabra clave…..bendiciones…….
esta palabra es clarita como el agua……….no dice hacer el bien sin mirar a quien……dice………..que hay que hacer el bien A QUIEN ES DEBIDO….ahi esta la palabra clave…..bendiciones…….
La palabra de Dios es grandiosa tanto así que cada vez que la leo me inspira para hacer el bien a cualquier persona sin recibir nada a cambio y creo que cada vez que lo hago se me va formando un hábito y más allá de eso algo que se va impregnando en mi alma y en mi corazón.
La palabra de Dios es grandiosa tanto así que cada vez que la leo me inspira para hacer el bien a cualquier persona sin recibir nada a cambio y creo que cada vez que lo hago se me va formando un hábito y más allá de eso algo que se va impregnando en mi alma y en mi corazón.
Eso es cierto, dar sin recibir nada a cambio, que Dios recompensa grandemente.
«Haz el bien, sin mirar a quién». Que difícil se nos hace la práctica. Pidamos al Padre la Gracia de poder ejercitarnos como «dadores» desinteresados y sin prejuicio. Quizás un buen comienzo sea «elegir» una persona, familia o causa que nos sea conocida y dedicarle parte de nuestro tiempo y/o nuestros ingresos. No hay limosna pequeña, tod@s tenemos algo que dar y/o compartir con alguien más necesitado.
Eso es cierto, dar sin recibir nada a cambio, que Dios recompensa grandemente.
«Haz el bien, sin mirar a quién». Que difícil se nos hace la práctica. Pidamos al Padre la Gracia de poder ejercitarnos como «dadores» desinteresados y sin prejuicio. Quizás un buen comienzo sea «elegir» una persona, familia o causa que nos sea conocida y dedicarle parte de nuestro tiempo y/o nuestros ingresos. No hay limosna pequeña, tod@s tenemos algo que dar y/o compartir con alguien más necesitado.