Me atrevo preguntar si le convino o no a Estados Unidos ésta histórica decisión. No pretendo hacer o emitir una opinión en la que se crea un debate de protagonismo, pero tomando en cuenta que el sentimiento o los sentimientos son inherentes al ser humano, si a mí me hubiesen preguntado Osama Bin Laden era mejor dejarlo vivo y ponerlo a sufrir en carne propia. Amén de las barbaridades cometidas por él.



Hay una ventaja que hay que resaltar, el Presidente Barak Obama está en reelección, y si su popularidad estaba mermando, su autorización de acabar con terrorista de Al Qaeda ha vuelto a su normalidad (en alza), y esto a su vez le permite hacer una campaña, cuyo objetivo principal sea «demostrar o mostrar haber acabado con quien acabó con un símbolo de USA (las torres gemelas) y los miles de seres humanos».

El alza de su popularidad es tal, que ya se habla en cables internacionales de un 56%, post el ataque al líder terrorista, lo que le daría mas oportunidades de tener otro triunfo a su favor y del partido Demócrata propio el cual será un reto grande para quiénes lo adversarán, tanto a lo interno de su partido como a lo externo, ya en unas elecciones generales.



La desventaja de todo es que la represalia reinará, y ya un sector de Al Qaeda dio la señal de por dónde van a comenzar y cómo los ataques a USA. Esto, de una u otra forma mantendrá en vilo al mundo una vez más, puesto que en ésta gran potencia hay de todas las nacionalidades y para muestra un botón; ya en todos los países donde hay consulados y embajadas norteamerican@s han fortalecido la seguridad.

Lo que en verdad nos llama la atención, y hasta a preocupación es la venganza o represalia de los seguidores y súbditos de Bin Laden hacia Estados Unidos u otras naciones aliadas a ellos, lo que provocaría tarde que temprano un gran estallido, que en vez de social se convierte en mundial y a eso es que hay que prestarle atención con seriedad.

Por cierto, a nuestro canciller, Ing. Carlos Morales Troncoso, sería bueno recordarle que Rep. Dom. No tiene con qué, ni cómo responder un atentado o ataque de un país o pueblo poderoso. No está bien que él esté apoyando o aplaudiendo la muerte de Bin Laden, puesto que ahí compromete al Gobierno, al Estado y a todo el pueblo dominicano, y ellos observan todo y de ahí coligen quiénes son sus enemigos. Todo un peligro Canciller.

Aprendamos las cosas que puedan beneficiar a nuestros pueblos y no a hacernos sentir en la palestra buscando protagonismo con lo que no nos conviene como nación.

Por Robinson R. Gálvez Lay

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