Las aguas han avanzado progresivamente hacia sus viviendas, que en la actualidad se encuentran a aproximadamente medio kilómetro de las inundaciones, situación que los mantiene más que preocupados.



El Enriquillo literalmente ha invadido los linderos del poblado, lo que impide a sus habitantes hasta sepultar a sus deudos en el cementerio local, pues con varios picazos las tumbas se llenan de agua.

Lo mismo ocurre en los patios de las casas de estas familias, donde tampoco pueden sembrar ni las flores que adornan sus jardines, porque el agua salada brota y llena los agujeros que acaban de hacer.



Las aguas del lago Enriquillo han engullido siete kilómetros cuadrados de la isla Cabritos, así como de forma total La Islita y La Barbarita, que eran dos pequeñas islas cercanas a la isla Cabritos, informó el administrador del parque Nacional Lago Enriquillo, Benito Hernández Naut. Agregó que también sumergió 25 cachones o fuentes de aguas dulces y sulfurosas que eran espacio visitados por turistas, pero resaltó que la zona no ha perdido sus atractivos.

De su lado, el geólogo, Osiris de León, informó que el lago se ha expandido sobre los 125 kilómetros cuadrados, por lo que consideró de lugar la pronta reubicación de las familias que habitan en las comunidades Boca de Cachón, Las Baitoas, Vengan a Ver y una parte de Duvergé.

Enfatizó que el aumento de las aguas del lago es fruto del caudal que mantienen los manantiales de la zona, entre los que destacó Las Barías y Las Marías.

Pánico
“Nosotros estamos aterrorizados, porque aquí teníamos las tierras donde producíamos los alimentos y nuestras casas también. Ya perdimos los corrales y los conucos, pero ahora también estamos casi sin hogar porque este lago no para de crecer”, dijo la señora Donata Nova, de 68 años de edad, quien habita en Boca de Cachón.

Manifestó que la situación del lago Enriquillo los está matando lentamente, tras arrasar con su medio de vida y ahora amenaza con dejarlos en la calle.

“Nos estamos muriendo de hambre. Aquí no encontramos qué comer. Sólo esperamos que el Gobierno se acuerde de nosotros y nos mande comida, pero que las entregue casa por casa para que todos alcancemos algo”, dijo el señor Francisco Díaz Florián.

El lago Enriquillo sepultó un tramo de la carretera que comunica Boca de Cachón con Jimaní, por lo que las autoridades construyeron un atajo para mantener el flujo vehicular.

Mientras que la vía que comunica los municipios Jimaní y Duvergé está a punto de ser tomada por el lago, el cual cruzó la carretera por debajo creando una laguna al extremo.

Los predios agrícolas que quedaban en Boca de Cachón, en las últimas cuatro semanas las inundaciones los atraparon y tanto en esos espacios como en la vía, han empezado a ser visitados por cocodrilos.

El Ministerio de Agricultura completó los trabajos en 37 mil tareas de tierra tanto en el Espartillar como en Boca de Cachón, donde en el primer trimestre del año 2012 el gobierno asentará en una primera fase a los beneficiados.

LOS ASENTAMIENTOS HUMANOS AFECTADOS
De los asentamientos humanos ubicados en “La Vuelta del Lago”, la comunidad Boca de Cachón es la más afectada por su ubicación geográfica, que está 28 metros por debajo del nivel del mar.

Sin embargo los habitantes de Las Clavellinas, Vengan a Ver, Los Ríos, Postrelrío y Bartolomé, tanto de la provincia Independencia como Bahoruco, se mantienen en estado de incertidumbre luego de perder su medio de producción.

Los productores agrícolas y ganaderos están a la espera de que se inicie la entrega de las parcelas que habilita el Ministerio de Agricultura para reiniciar el proceso de producción.
Fuente:ListinDiario