Por un adjetivo lo cambiamos todo, el concepto media isla esta errado, porque el privilegio mayor de poseer más territorio solido y líquido en metros cuadrado lo tenemos los dominicanos.
El concepto se puede fundir con el de medialuna que será menguante o creciente, una es mayor y la otra menor por distinción de estado.
No se puede compartir ambos territorios uno es mayor que el otro, uno esta mas equipado que el otro, uno cuenta con mejores ofertas en recursos varios que el otro.
República Dominicana es por esto que lleva la voz cantante frente a su vecina Haití, los haitianos son dependientes de toda esa prebenda dominicana.
Los haitianos deben conformarse con lo que tienen, sin ánimo de envidia, solo tienen la opción de invocar a Dios para que este les conceda el prodigio de retrotraerlos a la bonanza de antaño, Haití era una colonia poderosa, la más poderosa de América, fue el primer país que logra su Independencia, llegaron a ser imperio y con esto ultrajaron al pueblo español del lado oriental.
No se puede pensar en el pasado porque este es pasado absoluto, lo que sí es andar, hacer nuevos pasos en pro de granjear el bienestar común que no es una estrella fugaz para resignarse a lo inalcanzable.
Se ha proclamado que hay una invasión haitiana pacifica y qué bueno que es con la paz, porque antes no lo hicieron con la paz, sangrábamos inclementemente ante los pies de los haitianos, la paz es la única herramienta con que se cuenta, porque se ha reconocido que el haitiano es verdaderamente inferior hoy en los albores de un nuevo milenio, y es un ciudadano indefenso ante el mundo, pues él vive en su media menor isla, y nosotros en la media mayor isla, por mandato de Dios primero y del Tratado de Basilea. Somos un país privilegiado con todas las de ganar, el Derecho Internacional nos representa firmemente.
Por Luis Ricardo Arevalo Arias