Cientos de miles de cubanos rellenan por estos días su declaración impositiva, una actividad novedosa para ciudadanos que vivieron medio siglo sin pagar impuestos, en un país donde aún hoy la mayoría de la población está exenta.



Entre los cambios planeados por Raúl Castro está la promulgación de una ley impositiva similar a las que hay en el resto del mundo, sin embargo, es un tema socialmente tan delicado que se avanza lentamente y a veces retrocede.

Los trabajadores autónomos pagan impuestos pero en varias actividades estos fueron reducidos y los empleados estatales continúan exentos, a pesar de que la ley contempla la aplicación de un gravamen sobre el salario.



Un tema delicado

La nueva ley será debatida en el Parlamento a mediados del 2012, “se pospuso porque quedan aspectos complicados que estudiar, como el pago de impuestos sobre la vivienda que en otros países puede ser normal pero el cubano no está acostumbrado a hacerlo”, explicó el catedrático.

La gran mayoría de los ciudadanos no paga impuestos sobre el salario pero Pérez nos aclara que “la actual ley no los exonera, no se aplica porque el salario medio es aún muy bajo. De hecho a quienes ganan más de $1.000 (US$45) ya se les descuenta un 5%”.

El salario promedio cubano es de US$17 al mes, muy por debajo de la canasta básica, situada en unos US$80. Además el modelo económico hacía innecesario el cobro de impuestos pues el Estado era propietario de todas las empresas y ellas alimentaban sus arcas.

Las cosas han cambiado con el crecimiento del sector autónomo, en 2011 se disparó la recaudación impositiva, año en el que se pasó de 140.000 trabajadores por cuenta propia a casi 360.000. Sin embargo, aun el gravamen por tabaco y alcohol sigue superándolo.

Fuente: BBCMundo.com