La selección de un tulipán verdaderamente negro duró tres siglos y medio. La primera vez fueron holandeses los que lo intentaron en 1637 y en 1986 el Instituto Nacional de Florística de los Países Bajos finalmente anunció que logró crear la especie. Este último proyecto tardó ocho años en finalizar exitosamente y costó unos 400.000 dólares estadounidenses. Pero aun así, los botánicos volvieron a declarar que la flor, aunque sí se ve negra bajo cualquier luz y con cualquier color en un plano de fondo, en realidad es de color violeta extremadamente oscuro.
Para crear un agua completamente negra en el siglo XXI, los empresarios canadienses gastaron mucho menos tiempo y, obviamente, mucho menos dinero. La innovación que acaba de entrar en comercialización tiene un precio de 2,3 dólares estadounidenses por botella, al menos, en amazon.com. La empresa autora del producto, Blk, asegura que su color es 100% negro y que es natural, sin ningún colorante artificial o aditivo alimentario.
Se trata de un agua mineral sin gas y, obviamente, sin calorías, casi con las mismas propiedades del líquido incoloro que se vende en cualquier supermercado. La única diferencia, según la compañía, es que al producto se le agregó una infusión con ácido fúlvico (un antioxidante natural proveniente del humus) y que contiene hasta 77 minerales y electrolitos «esenciales para la salud y el bienestar» que contribuyen a la absorción de los elementos nutritivos. Por el momento, la empresa no informa de los primeros resultados de la venta.