Oscar Elizondo es ayudante técnico de Al Alhi, uno de los equipos que protagonizó la batalla campal. «Fue algo horrible», aseguró el argentino, que fue rescatado por el Ejército



«Estamos todos bien, gracias a Dios», relató el entrenador, quien logró huir del lugar a bordo de un camión militar.

Elizondo contó que el clima previo al partido entre Al Alhy y Al Masri pronosticaba que podía haber incidentes. «Había mucho odio contenido, el encuentro se tendría que haber postergado», afirmó.



El colaborador brindó su dramático testimonio tras lograr salir ileso de la batalla campal que dejó un saldo de al menos 73 muertos y cerca de 300 heridos. Lamentó las deficiencias en la organización y la falta de previsión de las autoridades pese a que «todo indicaba que esto podía pasar».

«Hay muchísima rivalidad con el otro equipo. Además, hay un tema político de por medio, estamos en la post revolución. Hay mucho odio y toda la semana se habló de esto», insistió.

El argentino criticó a la Policía pues «había 3 mil agentes, que no hicieron nada para contener a la gente». «Nadie movió un dedo para suspender el partido en la semana», agregó.

Contó que la evacuación del estadio se realizó con camiones blindados. «Hubo mucho descontrol, una histeria colectiva, algo así como un ‘sálvese quien pueda'», aseguró.

Elizondo, oriundo de la provincia argentina de Córdoba, filma los entrenamientos y los partidos, procesa los datos con una computadora y elabora así los informes sobre el rendimiento tanto individual como colectivo de los jugadores de Al Alhy.

Este método le valió trabajar con el portugués Manuel José de Jesús, técnico de Angola. Tras la Copa África 2010, donde realizaron un gran trabajo, pasaron al seleccionado de Arabia Saudita.

En enero de este año, fueron convocados para trabajar en el equipo egipcio, «el Boca de Argentina», según Elizondo. Su llegada al país coincidió con la revolución contra Hosni Mubarak.

«Al comienzo fue un acto pacífico, la gente manifestándose en las calles de manera espontánea en defensa de su país», recuerda de la Primavera Árabe. «Cuando Mubarak decidió sacar a la Policía de las calles y largar a los 25 mil presos de las cárceles, se generó un clima tenso. La inseguridad hizo que se vivieran momentos duros en todo el país», subrayó.

El ayudante técnico afirmó, en diálogo con el periódico argentino El Gráfico en mayo pasado, que «fue una experiencia distinta, una revolución no se vive todos los días».

Fuente: Infobae.com