Familiares de un obrero que murió la mañana del martes en la Plaza de la Salud clamaron al cardenal López Rodríguez para poder sepultar el cuerpo.Los familiares de Freddy Mateo Lebrón dijeron que éste fue embestido la noche del 6 de noviembre pasado por un vehículo y que del hospital traumatológico Darío Contreras lo remitieron a la Plaza de la Salud.
A las pocas semanas el centro le pasó una factura de cerca de un millón de pesos, pero sin embargo por el estado del paciente le dijeron que debería continuar recibiendo las atenciones debidas, a pesar de que dijeron que no disponían de esa cantidad.
En visita al periódico EL CARIBE, la abogada Altagracia Jiménez y Dionicio Lebrón, primo del fallecido, explicaron que la situación se le ha complicado a la familia de Freddy Mateo, que dejó cinco niños en la orfandad, debido a que la Plaza de la Salud ha amenazado con embargarle los pocos ajuares que tienen en la casa.
Ambos reconocen que su pariente recibió las atenciones que necesitaba en el centro hospitalario, pero consideran que la factura generada “es para que a cualquiera le dé un infarto y entonces sean dos los muertos”.
En ese sentido, clamaron por la magnanimidad de Nicolás de Jesús López Rodríguez, de quien dicen saber “de su buen corazón porque es un hombre de Dios”, para que en su condición de presidente del patronato del centro gestione que se le entregue el cuerpo de su pariente para poder darle cristiana sepultura.
“Ellos nos exigen que alguien firme responsabilizándose a pagar la deuda, pero imagínese quién se va a hacer responsable de casi tres millones de pesos, y más una familia como esta que no tenemos ni para enterrarlo”, subrayaron.
Explicaron que no se niegan a reconocer las atenciones recibidas, pero entienden que la Plaza de la Salud debe reconsiderar el monto de la factura y entregar el cuerpo.
