Los expertos en la salud mental han señalado que hay personas que confunden el amor con la dependencia y se vinculan desde el sometimiento o la agresión.



Este mal no discrimina. Las celebridades también se han visto afectadas con estos tipos de relación.

Dentro del mundo del espectáculo se han conocido casos entre parejas que en un momento dado han parecido amarse profundamente y luego “se odian” hasta más no poder y los resultados son nefastos.



Entonces, en menos de lo esperado, surgen noticias que ponen en perspectiva una reconciliación entre estas figuras públicas y luego vuelven a pelearse, al punto de la agresión; un patrón, según los psicólogos, muy característico en las relaciones enfermizas.

¿Les suena esto familiar a la historia entre Rihanna y Chris Brown y entre Bobby Brown con Whitney Houston?

La historia de dependencia entre ambas parejas ciertamente presentan un paralelismo.

Las relaciones entre estas dos parejas de celebridades, en varias ocasiones, se proyectaron violentas. Aunque, los exabruptos no siempre fueron en forma de golpes, aunque sí los hubo. Pero también hubo control y maltrato psicológico.

Según confesó la propia Whitney Houston a la presentadora Oprah Winfrey, su matrimonio de catorce años con Bobby Brown giró alrededor de diferentes formas de violencia, del uso deliberado de la fuerza física y de las amenazas. No obstante la confesión que le hizo la artista a Winfrey que más impactó en esa entrevista fue la de su adicción al cantante de rhythm and blues.

“Bobby era mi droga. Yo no podía hacer nada sin él. No me drogaba por mí misma, lo hacíamos juntos. Era una relación emocionalmente abusiva”, expresó en aquel entonces Houston en el programa de la famosa animadora de televisión.

La relación de Houston y Brown estuvo matizada por escándalos, drogas, golpizas y hasta problemas con la ley.

Era una relación tóxica. Al igual ha demostrado ser la de Chris Brown y Rihanna, quien luego de haber sido agredida por el cantante al punto de desfigurarle el rostro ahora han vuelto a trabajar juntos.

Chris Brown envió a Rihanna al hospital tras propinarle tremenda paliza hace tres años y todo el dinero del mundo, y hasta un Grammy, no le ha servido de mucho al cantante para limpiar su imagen luego del violento incidente.

Sin embargo, no se sabe cuál de los dos ha sorprendido más con sus actuaciones y decisiones. Si Chris Brown como victimario o Rihanna, quien decidió unirse a él en un proyecto musical luego de que éste literalmente, la mandara al hospital.

Brown golpeó a la morena hasta dejarla inconsciente cuando eran novios. Ahora que ella se está acercando a él nuevamente, se ha cuestionado si Rihanna es el tipo de modelo a seguir para las más jovencitas. Muchos han cuestionado la actitud de Rihanna de retomar el contacto con el hombre que la golpeó hasta dejarla inconsciente dejándola un ojo morado y otras heridas.

Recientemente Rihanna y Chris Brown estrenaron dos canciones que tomaron uno del otro. Brown cantó un remix del tema Birthday Cake de Rihanna y ella interpretó una versión de Turn Up the Music.

Whitney Houston, por su parte, llegó a aceptar que ella estaba adicta a Bobby Brown, a quien se le culpa de haberla adentrado al mundo de las drogas. Aunque, cabe destacar que varios allegados a la artista han asegurado que Houston ya consumía drogas antes de conocer al padre de su única hija Bobbi Kristina Brown.

Los constantes episodios de agresión entre Whitney Houston y Bobby Brown impidieron el desarrollo normal de su relación y la excesiva dependencia de uno al otro coartó la libertad de ambos asfixiando sus intereses y necesidades. de hecho, la brillante carrera de Houston se fue al vacío a medida que sus problemas con Brown y con las drogas iban incrementando. Existía una conexión autodestructiva en esta pareja al punto de que la artista jamás pudo escapar de los problemas que vivió con Brown aun después de divorciados entre alegaciones de violencia doméstica.

Desafortunadamente quien compartiera la vida con la estrella en la década de los 90, es señalado como el culpable de que Houston destruyera su vida con las drogas y el alcohol.

Tanto a Whitney Houston como a Rihanna se les hizo difícil cortar con sus parejas en un momento dado de sus vidas aun cuando lo más que experimentaban ambas cantantes era sufrimiento.

En ambos casos lo que pudo percibirse era que el vínculo de estas artistas con sus parejas era increíblemente fuerte y que el mismo ocupaba un espacio muy importante en sus vidas.

Whitney Houston y Rihanna entraron en espirales de violencia difíciles de frenar, alternados con escenas increíbles de enamoramiento.

Sus relaciones fueron consideradas “enfermizas”, donde existía un agresor y una víctima que se sometía.

Fuente: primerahora.com