Los simuladores de vuelo han recorrido un largo camino, y no hay mejor ejemplo de ello que la saga Flight Simulator. El último título disponible es Flight Simulator X, lanzado en octubre de 2006. Son más de cinco años sin un nuevo Flight Simulator, y su futuro se oscureció mucho cuando Microsoft cerró en 2009 al estudio ACES, responsable directo del desarrollo de los juegos. Pero ahora está Microsoft Flight. Se anunció sin demasiado ruido en agosto de 2010, y desde entonces la información relacionada con el juego ha sido muy limitada. El pico máximo de interés se alcanzó en diciembre pasado, cuando se anunció su entrada a la fase beta. En enero se confirmó que Flight adoptaría el formato free-to-play, y en los primeros días de febrero se anunció su lanzamiento para el día 29.
En comparación con los Flight Simulator previos. La razón es más que obvia: Microsoft quiere atraer la mayor cantidad posible de jugadores, y si se sienten tentados a seguir en el juego, lo más probable es que decidan comprar algunos extras, como más aviones y más lugares para visitar.
Los requerimientos de sistema para Microsoft Flight se han mantenido relativamente intactos. En el lado mínimo se necesita un procesador dual-core de 2 Ghz, 2 GB de RAM, 10 GB de espacio en disco, una tarjeta gráfica compatible con DirectX 9 y 256 MB de RAM, y Windows XP SP3. En el extremo recomendado las cosas se ponen más interesantes: Dual-core de 3 Ghz, 30 GB de disco, una tarjeta con 1024 MB de RAM (Nvidia 9800GT o equivalente, en adelante), y unos inusulaes 6 GB de RAM, aunque imaginamos que estos parámetros están asociados a la recomendación de usar Windows 7 de 64 bits con el SP1 instalado. Si puedes ejecutarlo, y lo más importante, si estás interesado en darle una probada, el lanzador ocupa unos 600 KB, pero debes tener en cuenta que tienes por delante una descarga de aproximadamente 1.5 GB.