El embajador de Venezuela en el país, Alfredo Murga, aseguró ayer que independientemente del gobierno que surja de las próximas elecciones, el acuerdo de Petrocaribe continuará ya que la cooperación es con el pueblo dominicano.
Murga se expresó en esos términos luego de una misa celebrada en acción de gracia por la salud del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, celebrada en la parroquia Cristo Salvador, a solicitud del ex presidente Hipólito Mejia y oficiada por el párroco Domingo Legua.
Murga agradeció la solidaridad de los dominicanos con el presidente Chávez, sin importar ideologías y credos, ya que por todo el territorio nacional se han efectuado misas y cultos religiosos, en diferentes denominaciones cristianas. Chávez padece de cáncer.
Aclaró que el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela no tiene preferencia política, económica y social con ninguna entidad en particular, sino con el pueblo dominicano.
El embajador venezolano adelantó que la colaboración de su país con la República Dominicana es independiente de la organización política que esté en el poder, tras afirmar que esta es con el pueblo dominicano.
Las claves
1. Cumplimiento
Murga aclaró que el acuerdo Petrocaribe no ha sido incumplido por el Gobierno dominicano, por lo que Venezuela no tiene ninguna observación en ese sentido.
2. Cooperación sigue
El diplomático venezolano señala que independientemente del gobierno que surja de las próximas elecciones, la cooperación de esa nación continuará, ya que esta se hace al pueblo dominicano, no instituciones independientes.
Fuente: hoy.com.do
Entiendo que este interesante y polémico tema hay que analizarlo desde tres ópticas diferentes y separadas. Hacerlo de una manera descontaminada por las pasiones políticas del momento.
El primer aspecto a discutir es: si conceptualmente el tratado es beneficioso para el país y obviamente – viendo las enormes ventajas que representa hacer pagos diferidos, a muy largo plazo, y bajos intereses – entiendo que es así… en principio.
Ahora bien, y es el segundo aspecto a analizar, deberíamos investigar si los beneficios producto del acuerdo se están transfiriendo en aumentar la calidad de vida de los dominicanos. Analizar en que renglones de la economía se están destinando los recursos que LOS DOMINICANOS estamos pagando todos los días, tiempo real… no a 25 años… producto de este acuerdo. En ese orden de ideas, creo que deberíamos evitar que este importante acuerdo se convierta en una deuda más para las futuras generaciones. PETROCARIBE, como lo estamos manejando, luce bonito, prometedor a corto plazo pero no en el mediano y largo plazo.
El tercer aspecto es: cuáles beneficios obtiene Venezuela por medio de este acuerdo.
Vender el principal bien estratégico del mundo, señores… ¿EL PRINCIPAL BIEN ESTRATEGICO DEL MUNDO, a un interés de un uno (1) por ciento anual, entre otras tantas facilidades?
De tener poder de decisión en la República Dominicana, o estar cerca de los decisores, recomendaría que todo el dinero destinado a pagar la factura petrolera (producto del acuerdo) se destinara a la compra de bonos norteamericanos, alemanes o chinos que pagan un interés de un 3% a 5% anual y en esa simple operación nos ganaríamos millones de dólares (entre más de mil diferentes opciones).
Para que tengan una idea los bonos soberanos, y otros no tan soberanos el país, los paga a un 6% anual.
Y obviamente – en economía, lo que alguien gana otro lo pierde… en este caso VENEZUELA sería el perdedor ya que pudiera hacer lo inverso, o sea, cobrar a tiempo real su petróleo y destinarlo a inversiones en beneficio de sus ciudadanos y no estar recibiendo dichos pagos en habichuelas negras, azúcar y ropas para militares… de verdad que no entiendo cual es la idea de beneficios que obtiene Venezuela con esta negociación.
Como dominicana entiendo que, en principio, este acuerdo ha sido una bendición para el país, pero dado el manejo inadecuado que le estamos dando se podría convertir en una maldición.
Por otro lado, si estuviera en los zapatos de los venezolanos, creo que mi razonamiento fuera diferente, o sea, en principio este acuerdo sería una maldición para Venezuela y estaría esperando estar equivocada y que se pudiera convertir en una bendición.