PEKIN. Los fabricantes reunidos en el Salón del Automóvil de Pekín van a presentar modelos eléctricos, pero necesitarán todavía tiempo para convencer a los usuarios de China, el mayor mercado del mundo, a que renuncien a los 4×4 sedientos de combustible y opten por energías limpias.

El gran número de modelos eléctricos o híbridos expuestos a partir de este lunes y hasta el 2 de mayo en el salón de Pekín no logra esconder el hecho de que se necesitará mucho tiempo para que el primer mercado mundial del automóvil se apunte masivamente a los vehículos de energías limpias.



Toyota, BMW, Honda y BYD, fabricante chino en el que ha invertido el millonario estadounidense Warren Buffett, han presentado, entre otros, modelos eléctricos o híbridos de un total de 88 modelos expuestos.

«Los fabricantes internacionales tratan de complacer al gobierno mostrando que traen vehículos eléctricos a China», dice Namrita Chow, analista de IHS Global Insight.



«Casi todos los fabricantes internacionales han anunciado planes para vehículos eléctricos en China. Pero casi todos son escépticos en cuanto al volumen de ventas» que se esperan, dice este experto.

Para reducir su dependencia de las importaciones de petróleo, China ha prometido invertir más de 14.000 millones de dólares antes del final de la década para desarrollar infraestructuras para 5 millones de vehículos de energía renovable.

El gobierno espera promover tecnologías desarrolladas en China para progresar en este terreno totalmente nuevo y recuperar un siglo de retraso en los motores de combustible tradicional.

Pekín también lanzó programas piloto para promover el uso del vehículo eléctrico en algunas ciudades.

En Shenzhen (sur), en la frontera con Hong Kong, las autoridades subvencionan en un 50% la compra de vehículos eléctricos. El gobierno también ha desembolsado 54.000 millones de dólares en diez años para desarrollar baterías para vehículos eléctricos.

Pese a estos esfuerzos, las ventas son decepcionantes.

En total hay entre 10.000 y 20.000 coches de este tipo en circulación, una cantidad ínfima si se tiene en cuenta que el año pasado se vendieron 18,5 millones de vehículos en el país.

Volkswagen, que anunció un proyecto para poner en el mercado un vehículo eléctrico el próximo año, ha admitido que las ventas no despegarán antes del 2018.

Para entonces, el fabricante alemán espera haber vendido 10.000 vehículos eléctricos, una parte insignificante de los 2,6 millones que vendió el pasado año en el gigante asiático.

«Se trata de mostrar su buena voluntad», según Axel Krieger, un analista de Pekín para el gabinete de consultores McKinsey.

«Desde un punto de vista comercial, no hay interés de los fabricantes en transferir tecnología y producir vehículos en masa si no hay una visibilidad en el mercado», dice Yann Lacroix, analista de Euler Hermes.

El Chevrolet Volt híbrido de General Motors cuesta 498.000 yuanes (60.000 euros) contra solo entre 162.900 y 229.900 yuanes por el Chevrolet Malibu, que es incluso un poco más grande.

«Los fabricantes están confrontados a obstáculos tecnológicos y la infraestructura tampoco acompaña», declaró a la AFP Jean-Philippe Millerioux, encargado de vehículos de energías nuevas en PSA Peugeot Citroën en Shanghai.

De manera general, los analistas esperan que el mercado despegue hacia 2020, siempre y cuando el precio de los vehículos eléctricos sea igual que el de los tradicionales.