WASHINGTON. China se enfrenta a una «seria epidemia» de tuberculosis resistente a fármacos según la primera estimación a escala nacional del problema, afirmó un estudio publicado en Estados Unidos el miércoles.

«En 2007, un tercio de los pacientes con nuevos casos de tuberculosis y una mitad de los pacientes previamente tratados de tuberculosis tenían el tipo de enfermedad resistente al fármaco», afirmó el estudio en el New England Journal of Medicine.



Incluso la prevalencia de la tuberculosis con resistencia múltiple a varios fármacos (MDR) en nuevos casos (5,7%) fue casi el doble de la media global, afirmó el estudio.

El estudio, que utilizó datos de la Organización Mundial de Salud (OMC) como base para la comparación, afirmó que «China tiene el mayor número de casos de tuberculosis MDR en el mundo, un cuarto de los casos a nivel mundial».



Los datos fueron recabados en un estudio a más de 4.600 chinos que habían sido recientemente diagnosticados o tratados de tuberculosis.

En China se producen un millón de casos nuevos cada año, que representa una gran parte de los nueve millones estimados que se diagnostican en el mundo anualmente.

Conocida formalmente como Mycobacterium tuberculosis, la enfermedad se transmite por el aire cuando la gente infectada tose y escupe la bacteria. La tuberculosis mata a 1,5 millones de personas en todo el mundo cada año.

Aunque con frecuencia puede ser curada con antibióticos, incluso cuando la disponibilidad de los fármacos es limitada en los países en desarrollo, algunas veces los pacientes no siguen el tratamiento por completo, lo que puede alentar el avance de cepas resistentes.

Según un editorial a cargo de Richard Chaisson, especialista de enfermedades infecciosas de la Johns Hopkins University (Maryland, noreste de Estados Unidos), el crecimiento de la tuberculosis resistente a fármacos supone «un gran desafío».

Pero más preocupante es el hecho de que la mayoría de los 110.000 casos de tuberculosos resistentes fueran pacientes nuevos diagnosticados con la enfermedad, lo que sugiere que la virulenta bacteria se está transmitiendo de una persona a otra y no se desarrolla únicamente como resultado de que un individuo deje de tomar el tratamiento antes de tiempo.

Chaisson afirma que los resultados ponen de manifiesto la necesidad de realizar más pruebas, y para los nuevos casos hacer pruebas de resistencia al fármaco.

AFP