La doctora en psicología, Sheri Meyers, quien se desempeña como terapeuta de familia y parejas en Los Angeles (California, Estados Unidos), asegura que existen ciertas constantes en una relación que podrían desencadenar en un engaño por parte de uno o ambos integrantes de la pareja.



“Al igual que tu cuerpo necesita alimentarse para mantenerse sano y fuerte, tu relación necesita atención y energía para seguir prosperando y funcionando bien”, señala la especialista, agregando que “cuando dejamos de reconocer, entender y atender las necesidades del otro, uno o ambos cónyuges pueden, intencionalmente o no, saciar ese hambre en otros lugares”.

Y es que suele pasar que cuando las relaciones llevan mucho tiempo, sus integrantes se dejan estar y dejan de “alimentar” el romance. Si no estás seguro de si esto te podría estar pasando, la experta sugirió a través de una columna en Yahoo! estar atento a ciertas señales que podrían ser indicio de que todo podría desmoronarse.



1. Comparten la misma casa, pero viven en mundos diferentes

Según Meyers, las estadísticas muestran que las parejas que llevan vidas sociales muy separadas -es decir, tienen distintos amigos, aficiones, planes a futuro- son mucho más propensas a engañar a sus parejas que aquellos que pasan más tiempo juntos y dan atención y afecto al otro.

“Si hay una distancia tanto física como emocional en su relación, se puede sentir el impacto de estar solo y buscar la compañía y el apoyo de alguien”, asegura. Pues la naturaleza humana busca conectar con otros, así que cuando sientes que tu relación no está satisfaciendo ese deseo innato, eres más propenso a buscar en otro lugar lo que te falta.

2. Hablan, pero sólo de cosas superficiales

“La comunicación íntima consiste en la honestidad, la vulnerabilidad, además de la capacidad y voluntad de estar completamente presente y disponible para nuestra pareja. Cuando nuestras palabras, pensamientos y sentimientos son escuchados y recibidos, el amor se siente en lo más profundo de nuestro ser”, explica la terapeuta.

Sin esa comunicación abierta, veraz y clara, la relación no tiene mucho futuro, porque las personas se ven envueltas en una especie de “oscuridad”, donde los temores y las dudas se fortalecen y la confianza se debilita. Esta situación puede llevar a buscar otro “oído” y “corazón” dispuesto a escuchar, dice Sheri.

3. Se Aman, pero no se desean

“La intimidad tanto física como emocional son esenciales para que cualquier relación sobreviva”, afirmó la especialista, explicando que cuando las parejas dejan de sentir deseo por el otro, el romance y la sexualidad comienza a separarse de lo emocional.

Cuando no haces nada por mantener viva la chispa y renovar el romance, comienzas a ver tu pareja casi como un compañero de habitación y no como un partner sexual. “Una de las razones más comunes por las que la gente engaña es la falta de amor y afecto. Sentirse despreciado o no deseado en una relación puede causar que uno o los dos busquen su realización en otros lugares con el fin de obtener una sensación de deseo, admiración y amor” argumenta Meyers.

4. Anhelas algo nuevo

“La mayoría de nosotros hemos sido culpables de caer en la rutina o llegar a ser complacientes con el statu quo, porque es cómodo, predecible y estable, aparentemente. Quedarnos en nuestras zonas de confort mantiene un falso sentido de seguridad, “explicó la experta.

Si bien todos los seres humanos necesitan un grado de certeza en su vida y cuando caemos en una rutina, esta necesidad es satisfecha, comenzamos a tomar por sentado a nuestra pareja, de modo que el entusiasmo y deseo disminuye. “Eso es porque, además de la certeza, todos los seres humanos necesitamos la incertidumbre. Un regalo inesperado, un nuevo restaurante o una nueva posición sexual le añade emoción y novedad a nuestras vidas” expresa.

“Un exceso de complacencia se convierte en el caldo de cultivo para encender el fuego o la pasión en otra persona”, alerta Sheri.

5. El sexo es aburrido o se ha transformado en un deber

Cuando el sexo se convierte más en una obligación, que un placer, dejas de sentirte atraído física o emocionalmente hacia tu pareja. Esto motiva que busques la pasión y las sensaciones olvidadas en otras personas.

“El sexo es un elemento importante para una relación y es lo que lo distingue de todas las demás relaciones en nuestras vidas”, estipula la psicóloga.

6. Sientes que no recibes nada a cambio

Cuando consideras que trabajas duro por la relación, pero que tus necesidades están satisfechas, comienzan a sentir que todo el sacrificio no está dando frutos. Y aunque puedas distraerte con tu trabajo o deberes, es posible que comiences a anhelar que alguien haga por ti lo mismo que has entregado. Es aquí cuando nos resulta más sencillo establecer una conexión nueva, en lugar de restaurar la que hemos perdido con nuestra pareja.

7. La relación está centrada únicamente en los hijos

Muchas personas sienten que lo único que importa en la familia es poner todos sus esfuerzos en los hijos. Aunque es fundamental centrarse en los niños, dejar de lado las necesidades de la pareja hace que dejes de ser amante para ser únicamente padre o madre. En esta situación, generalmente comienzan a surgir problemas de autoestima y carencias afectivas que pueden llevar a la infidelidad.

En resumen, Meyers señala que es necesario identificar los puntos débiles de una relación y tomar las medidas necesarias para alimentarla, fortalecerla y protegerla, de lo contrario estará destinada al fracaso.