Dicko Toké llevaba años cuidando, alimentando y entrenando cocodrilos en Yamoussoukro, capital de Costa de Marfil, y ya era una institución en la zona. Todo el mundo iba a ver cómo Dicko se acercaba a los temibles animales.



El especialista era encargado de darles de comer a los reptiles que viven en el lago sagrado en el frente del palacio presidencial.

Sin embargo, el hombre dio un mal paso y acabó siendo él quien alimentó personalmente a los cocodrilos.



Informe21.com destaca que tras 30 años de carrera, Toké fue arrastrado hacia el lago por uno de los ejemplares, al que denominaba «El Capitán» y terminó en las entrañas de los animales.