El reciente lanzamiento de una nueva entrega de Need for Speed trae de vuelta un estudio publicado en la revistaPsychology of Popular Media Culture, que destaca los malos hábitos de conducción en la vida real de los jóvenes que juegan videojuegos de automóviles, teniendo en cuenta que en su gran mayoría estos títulos premian el riesgo y la rebeldía en el asfalto.



Según el psicólogo Jay Hull, autor del estudio, «a muchos padres les preocupará saber que estos videojuegos se asocian con actos delictuales y con que la policía los detenga». La investigación afirma que además «jugar a este tipo de títulos podría tener otras consecuencias relacionadas con conductas de riesgo, como tomar alcohol y fumar«. Informa latercera.com el experto asegura además, que existe un gran número de casos comprobados en que jóvenes videojugadores mantienen actitudes descuidadas y desafiantes al conducir, derivando en más accidentes, informa feeddoo.com.

En el estudio, los investigadores realizaron 4 entrevistas durante 4 años a más de 5 mil adolescentes, encontrando que el 50% de los voluntarios tenía el permiso de sus padres para jugar videojuegos diseñados para mayores de edad y un 32% confesaba ser adicto a los títulos que de alto riesgo al conducir, como Need for Speed y Burnout, por ejemplo.



De éste 32%, todos manifestaron poseer en la vida real conductas relacionadas con la búsqueda de emociones fuertes, descuido al manejar y rebeldía, con acciones como no frenar cuando debían, sobrepasar el límite permitido de velocidad o no respetar los semáforos, con un número considerable de accidentes, detenciones por la policía y manejo en estado de ebriedad.

El psicólogo va más allá, sosteniendo que este asunto pude constituirse en un tema de salud tan importante como el debate que vincula a los videojuegos y la agresión.