NUEVA YORK. El autor de una foto que muestra a un hombre justo antes de morir aplastado por un metro en Nueva York se defendió el miércoles de la avalancha de críticas de la que es objeto, alegando que no podría haber salvado a la víctima.



«Si volviera a suceder en las mismas circunstancias, tenga o no una cámara de fotos, no podría haber salvado en absoluto a (Ki Suk) Han», empujado a la vía unos segundos antes, declaró Umar Abbasi al canal de televisión NBC, explicando que estaba «demasiado lejos» de la víctima en el andén cuando llegó el metro.

«La gente que estaba cerca de él podría haberlo agarrado y haberlo ayudado a subirse» al andén, señaló Abbasi. «Pero nadie hizo el esfuerzo. La gente que estaba tal vez a 30 o 40 metros de él no intentó ayudarlo», insistió.



Unas de las fotos, portada del New York Post el martes, despertó una avalancha de críticas según las cuales el fotógrafo podría haber impedido el accidente. Las críticas abarcaron también al periódico.

Quienes critican «no estaban ahí, no tienen ni idea de la velocidad a la que ocurrieron los hechos», explicó Abbasi al New York Post, señalando que el andén tenía más de 150 metros de largo.

El fotógrafo reiteró que quiso alertar al conductor del metro con su flash. Y reconoció que fue pagado por estas fotos. En cuanto a su publicación «no es mi decisión», agregó.

«No estoy seguro de que me estuviera dando cuenta de lo que pasaba», afirmó al New York Post, calculando que habrían pasado unos 22 segundos entre el momento en que Ki Suk Han, de 58 años, fue empujado a la vía por un sin techo luego de un altercado y el momento del impacto con el vagón del metro.

El accidente ocurrió el lunes en Manhattan, cerca de Times Square y un sospechoso fue detenido. Este tipo de incidentes son muy raros en el metro neoyorquino.

Desde entonces, «cada vez que cierro los ojos veo la imagen de la muerte», confió el fotógrafo al New York Times, afirmando que «no le interesa una foto».

Pero el debate sobre la publicación y su moralidad continuaba en los medios y las redes sociales.

«El tratamiento de esta foto fue impulsado por un cálculo moral y comercial desalentador», escribió el New York Times, que a pesar de todo reprodujo la imagen en su sitio internet.

Según este periódico, «muy pronto se ensayarán nuevos límites» en cuanto a publicación de fotos, por ejemplo en casos de matanzas que podrían quedar grabadas en teléfonos portables o en cámaras de vigilancia.

«Quisiera pensar que el derecho de la gente a saber se verá equilibrado por el derecho de la gente a vivir en un mundo en el que el caos no es una mercancía», indicó el autor del artículo del New York Times, David Carr.

Para Stephen Mayes, director de la agencia de fotografía VII, «el hecho se produjo en público, no divulgar la imagen habría sido una forma de censura».

Uno de los responsables del sitio especializado poynter.org, Kenny Irby, estimó que el problema es que el New York Post «publicó la foto más perturbadora pudiendo haber elegido otras». AFP