SAN PETERSBURGO. Un empresario ruso se suicidó en San Petersburgo (noroeste) al no soportar más la corrupción endémica en Rusia y después de haber acusado a altos funcionarios de empujarle a quitarse la vida, indicaron fuentes concordantes este lunes.

«Una investigación por incitación al suicidio fue abierta contra persona desconocida en relación a la muerte del empresario Grigori Jibovski que fue encontrado con una bala en la cabeza en el centro de San Petersburgo», indicó la delegación local del comité de investigación.



«En el lugar de los hechos se encontró una carta donde explica que su acto está relacionado con su actividad profesional», según la misma fuente.

El cuerpo de Grigori Jibovski, de 55 años, director de una empresa especializada en obras públicas, fue encontrado el 14 de febrero ante la sede de la empresa pública Lensvet que se ocupa del alumbrado de la segunda ciudad rusa.



En una carta de cuatro páginas encontrada en el lugar de los hechos, el empresario expuso con detalle los esquemas de corrupción puestos en marcha por altos funcionarios de la administración local, informaron medios locales que obtuvieron el texto completo de esta nota y publicaron fragmentos.

Jibovski cuenta que para obtener contratos con la sociedad Lensvet, tenía que pagar sobornos de hasta un 20% del montante de los contratos.

El empresario calificó de «insoportables» estas condiciones de trabajo y acusó a altos funcionarios de la administración, cuyos nombres aparecen en la carta, de haberle empujado a suicidarse.

La corrupción es un mal que afecta a Rusia y mina la confianza de la población.

El expresidente ruso Dmitri Medvedev, que hizo de la lucha contra la corrupción una de sus prioridades, reconoció su fracaso en el intento.