La mayor red social se rediseña. Algo que comienza a ser tónica habitual. El servicio creado por Mark Zuckerberg ha tomado como costumbre hacer cambios de manera constante. La novedad, en este caso, estriba en mostrar una firme intención por simplificar.
Facebook ha sido permeable a las críticas, cada vez más frecuentes, de sus usuarios. La sensación de verse desbordados por tanto contenido o la reiteración del mismo era una queja común. También, la molestia de no tener interés ante historias de escasa relevancia que aparecían teniendo solo en cuenta el momento de publicación.
El propio Zuckberg ha tomado la palabra en el cuartel general en Menlo Park para exponer cómo afectarán las novedades: “El diseño se basa en el comportamiento de los usuarios. Verán lo que les interesa”.
Los filtros, manuales, se centran en varias categorías y se encuentran en el lateral izquierdo de la pantalla: Amigos, para saber qué es lo último publicado. Fotos, tanto de contactos como de páginas corporativas. Música, por si solo interesa lo que escuchan algunos conocidos. Por último, Páginas y personas que se siguen (caso de los famosos, artistas o políticos).
El consejero delegado explicó por qué las fotos ganan en relevancia: “Más del 50% de los contenidos compartidos son fotografías”. En lo sucesivo tendrán un tamaño mayor y mejor calidad sin necesidad de hacer clic para ampliarlas.
La reiteración y confusión con las imágenes es evidente con solo darse una vuelta por el servicio. Facebook lo ha resuelto con la unificación el contenido similar. Si varios amigos comparten, por ejemplo, una fotografía misma de una manifestación y un cumpleaños, al desplazar el ratón sobre la imagen en el lateral izquierdo se muestra quiénes lo publicaron. Al posar el ratón sobre su nombre se muestra el comentario que añadieron. Como viene siendo la norma, no se concreta cuándo estará para todos los suscriptores. Se han limitado a dar una dirección para apuntarse en la lista de espera.
La versión móvil, tanto en Android, iPad e iPhone, será similar a la del ordenador de escritorio. Una decisión que tiene doble lectura. Por un lado, se deja claro que quieren generar la misma experiencia al margen del dispositivo que se use. Por el lado negativo, es evidente que si en una pantalla de ordenador el contenido parece inabarcable, es una pantalla de menos de diez pulgadas se multiplica el efecto. Estos cambios, por su estética y uso, dan sensación de complementar las modificaciones de hace dos meses en los perfiles personales.
