moreton

 

Cuando recibimos un golpe en alguna parte del cuerpo es habitual que aparezca una lesión de color violáceo, pardo o verdoso, que desaparece espontáneamente con el paso de los días. Sin embargo, cuando se presentan en partes del cuerpo que no estuvieron expuestas a traumatismos, podría indicio de alguna enfermedad.



Los moretones o equimosis son el resultado de la acumulación de sangre bajo la piel tras la rotura de capilares superficiales. Si bien al comienzo suelen ser de color violeta, luego se van tornando pardos, verdosos y amarillos hasta llegar a desvanecerse. Esto último se produce por los cambios que van sufriendo los glóbulos rojos de los capilares dañados.

Las caídas son las causas más habituales de la aparición de los moretones y son más comunes en las personas de piel blanca. La mayoría no presenta complicaciones, sin embargo en ocasiones las equimosis son muy grandes para la intensidad del golpe recibido. En este caso, o bien cuando aparecen sin motivo aparente, puede tratarse de un síntoma de alguna enfermedad o anomalía.



Armando Peña, hematólogo de Clínica Ciudad del Mar en Chile, dice que es necesario consultar a un especialista cuando aparecen moretones es partes en las que no es habitual recibir golpes, tales como el abdomen, el pecho o la espalda.

“También es preocupante que se acompañen de otras evidencias de enfermedades de la coagulación, como es el sangramiento anormal de las encías al lavarse los dientes, la epistaxis repetida (sangramiento de nariz); y sobre todo la aparición de un púrpura, esto es, múltiples lesiones rojas y puntiformes ubicadas de preferencia en las extremidades inferiores”, explica.

De acuerdo a Bio Bio de Chile, el especialista indica que algunas de las patologías son consecuencia de fallas en los mecanismos de coagulación (por ejemplo a nivel de plaquetas) y en los vasos sanguíneos. Por ejemplo, el déficit de vitamina K, vasculitis y fiebres hemorrágicas, son algunas de las alteraciones que te hacen propenso a los moretones.

Asimismo, recomienda revisar los medicamentos que consumes y solicitar estudios de coagulación y plaquetas.

“Si bien hay que estar atentos a los signos anormales, no hay que olvidar que los moretones también son muy comunes en la infancia, ya que los niños están constantemente expuestos a actividades que suelen producir contusiones, como correr, jugar y andar en bicicleta”, concluye el profesional.