Investigadores suizos consiguieron, gracias a sus descubrimientos sobre los genes de la longevidad, prolongar un 60% la vida de los gusanos nematodos (gusanos minúsculos) tratándolos con simples antibióticos, informó este miércoles la revista Nature.
«No sólo vivieron más tiempo, sino que estaban en mejor forma», explica Johan Auwers, director del Laboratorio de Fisiología Integrativa y Sistémica (LISP) de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) en un vídeo en internet. (https://youtu.be/hR3YYu85q9Q)
Este resultado fue posible gracias a un descubrimiento que permitió a los científicos de la EPFL determinar qué mecanismo de las mitocondrias, principales productoras de energía en las células, es el responsable del envejecimiento del organismo.
En un primer momento, los investigadores lograron observar en el genoma del ratón un mecanismo decisivo para la longevidad, indica la EPFL en un comunicado.
El equipo de investigación de Auwerx pudo destacar un grupo de tres genes, situado en el cromosoma 2, y descubrir que una disminución del 50% de estos genes aumenta en unos 250 días la esperanza de vida en los ratones.
A continuación, los investigadores reprodujeron estas variaciones en los gusanos utilizando antibióticos que permitían «imitar el mecanismo» de inactivación de los genes, explicó a la AFP uno de los científicos, Laurent Mouchiroud.
La esperanza de vida media de estos gusanos pasó de 19 a más de 30 días.
Las nuevas investigaciones de la EPFL, realizadas con socios de Holanda y Estados Unidos, permitieron determinar exactamente qué gen estaba implicado y cómo las variaciones que conciernen a la presencia de proteínas podían interactuar en la longevidad.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que una falta de las proteínas MRP en ciertos momentos clave del desarrollo (juventud) creaba en el seno de las mitocondrias una reacción de estrés particular.
Esta reacción de estrés tiene efectos negativos a corto plazo, como una disminución de la fecundidad, pero positivos a largo plazo, como un aumento de la longevidad y una estructura muscular mejor y a más largo plazo, explicó Mouchiroud.
Así, «en la edad adulta, es decir 13 días, los gusanos tratados se mueven dos veces más que los otros», subraya.
Sin embargo, según los investigadores, se necesitarán otros estudios para confirmar que el envejecimiento y sus efectos podrán ralentizarse también en los mamíferos gracias al aporte de antibióticos en momentos precisos.