LOS ÁNGELES. El británico Henry Cavill es el último actor en ponerse la famosa capa roja de Superman como «El Hombre de Acero», que llega a los cines esta semana con la expectativa de reiniciar una exitosa franquicia.

Cavill, de 30 años, protagoniza esta superproducción de 225 millones de dólares, que busca conquistar la taquilla estadounidense este verano boreal, junto a Amy Adams como la reportera Lois Lane y el australiano Russell Crowe como su padre Jor-El.



Superman

Kevin Costner y Diane Lane interpretan a la pareja que cría a Superman como Clark Kent después de que éste aterriza en su jardín en una cápsula espacial, enviado a la Tierra por sus verdaderos padres desde el ficticio planeta Krypton, en vías de desaparecer.



Cavill recordó ser fanático de Superman durante su infancia en Jersey, en las británicas Islas del Canal de la Mancha.

«De niño corría por el jardín con una toalla atada al cuello», contó a la AFP antes del lanzamiento de la película, que se estrena en Estados Unidos esta semana y en todo el mundo a lo largo de junio.

Este galán de aspecto aristocrático fue apodado alguna vez «el hombre más desafortunado de Hollywood», tras perder con Daniel Craig la oportunidad de ser James Bond en 2005, y quedarse sin el papel en «Superman Returns» (Superman regresa) en 2006.

Pero finalmente recibió la llamada del director de filmes de acción y ciencia ficción Zach Snyder para interpretar al famoso superhéroe que encarnó Christopher Reeve en cuatro películas desde 1978 hasta 1987, antes quedar paralítico por un accidente de equitación.

Músculos, besos y CGI

La preparación para el papel supuso un agotador entrenamiento físico de cinco meses y dietas especializadas para aumentar la masa muscular, además de una intensa rutina para mantener delgado y en forma su físico, totalmente expuesto en la película.

Perfeccionar su acento estadounidense sin que se notara su británico inglés de selectas escuelas privadas también le llevó semanas de trabajo con un entrenador de voz.

Adams, la nominada al Oscar que se enfrenta a su primera supreproducción de Hollywood, quedó impresionada con su acento: «Está bastante cerca de la perfección», dijo, elogiando también su capacidad de actuación.

«Tiene presencia física como Superman… pero también tiene esa hermosa vulnerabilidad y ternura», dijo a la AFP, aunque admitió que besar al «Hombre de acero», cerca del clímax de la película, fue menos divertido de lo que algunos podrían pensar.

«La gente siempre se decepciona cuando descubre que las escenas de besos son siempre muy técnicas. Pero ya sabes, es parte del día de trabajo de una mujer trabajadora», bromeó con timidez.

La película está llena de espectaculares efectos especiales, en tanto el general Zod (Michael Shannon), el archienemigo del padre fallecido de Superman, y sus secuaces amenazan con destruir la Tierra.

Adams, que participó junto al elenco del film en una conferencia de prensa antes del estreno de Estados Unidos este viernes, señaló que los actores terminaron de rodar la película hace dos años, después de lo cual se generaron las imágenes por computadora (CGI).

«El Hombre de Acero» es la segunda superproducción con CGI del verano boreal, después de la exitosa «Iron Man 3», y en medio de rumores de una secuela de «The Avengers» (Vengadores), la tercera película más taquillera de la historia.

La franquicia de Superman promete regresar para quedarse. De hecho, Cavill firmó un contrato por el cual puede ser llamado a protagonizar otras dos entregas de la saga.

«No hay nada planeado por el momento que yo sepa… pero el tiempo dirá», dijo, antes de añadir: «¿Si hay otra me gustaría? Sí, me gustaría mucho».

«Creo que sería muy divertido seguir contando esta historia».