NUEVA YORK .Activistas comunitarios y líderes políticos redoblaron la lucha para exigir al NYPD y a los fiscales que dejen de usar los condones como evidencia de prostitución, calificando la práctica como «un problema de salud pública».

Lo paradójico, según los activistas, es que los mismos condones que el NYPD usa como evidencia, podrían haber sido facilitados por el Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York, que distribuye cerca de 40 millones de condones cada año.



Karina Claudio, del proyecto de justicia LGBTQ de Make the Road New York (PRYDE) -una iniciativa que lucha contra los ataques y discriminaciones a esta comunidad- dijo que esta práctica tiene un impacto negativo en la comunidad LGBT, especialmente en las transgéneros, «porque podría desalentarlas a llevar condones, lo que pondría en riesgo su salud».

«Esto es un problema de salud pública. Las personas ya no quieren cargar condones porque tienen miedo de ser arrestadas», dijo Claudio.



Johanna Vásquez, una transgénero miembro de Se Hace Camino Nueva York, dijo que ella fue víctima de esta práctica, que le confiscaron los condones y la arrestaron cuando caminaba por la calle.

«Los condones son para protegernos, no para convertirnos en criminales», dijo Vásquez.

Andrea Ritchie, de Streetwise and Safe, organización que sirve a de 200 a 500 jóvenes LGBT anualmente en los cinco condados, dijo que su mayor preocupación es que los jóvenes en general «ya tienen miedo de cargar condones».

«Un estudio de nuestra organización encontró que el 50% de los jóvenes que se les ofreció condones, se negaron a aceptarlos por temor a que la policía los use en su contra», dijo Ritchie. «Un ejemplo es una joven latina que dijo que no tomaba el condón porque si la policía la paraba y revisaba y le encontraban preservativos, la empezarían a llamar prostituta y la avergonzarían delante de sus amigos», agregó.

Ritchie dijo que Streetwise and Safe está luchando para que se apruebe la legislación que prohibiría que los policías confisquen condones a las personas y los usen en contra de ellos en corte, «y hemos estado trabajando con fiscales distritales para que no los acepten como evidencia».

Gracias a la lucha de estas organizaciones, el mes pasado las fiscalías distritales de Brooklyn y Manhattan anunciaron que no van a usar más los condones como evidencia de prostitución en casos individuales, sólo en casos grandes como los de tráfico humano.

Los activistas están pidiéndole al público que llamen a sus legisladores estatales para que se apruebe el proyecto de ley S1379/A2736, que prohibiría esta práctica.

Proyecto de ley será aprobado antes de julio

El asambleísta Francisco Moya, de Queens, dijo que espera que el proyecto de ley sea aprobado antes del 1 de julio, cuando termina la sesión legislativa.

«Contamos con el voto demócrata para que esta ley pase», dijo Moya. «Esta práctica está produciendo un efecto al revés de los que queremos, que es promover la buena salud y el sexo seguro», señaló.

El concejal de Queens, Daniel Dromm, dijo que en a su oficina llegan muchas quejas por esta práctica de la policía de miembros de la comunidad LGBT, mayormente de mujeres transgéneros.

«Es preocupante. Jackson Hights ha sido identificado como el epicentro de una nueva infección de VIH/SIDA, según el Departamento de Salud, y el mejor modo de prevenir la enfermedad es tener sexo seguro, y el uso del condón es parte importante de esto», dijo Dromm.

Los activistas dijeron que la policía, en lugar de arrestar a alguien con evidencias concretas de prostitución, se facilita la tarea llevándose a la persona bajo el cargo de «vagancia con propósitos de prostitución», y señalaron que las llamadas causas probables consisten en estar fuera durante un largo periodo, usar ropa ceñida al cuerpo, y cargar condones.

Por José Acosta publicado en El Diario NY