El integrante del famoso dúo Los Teke Teke nos confirma que su grandeza no solo está en sus éxitos como artista sino también en su misma sencillez y humildad que no lo han hecho olvidarse de aquellos que no han tenido sus mismas oportunidades.

Santo Domingo. Aunque la pobreza, las limitaciones económicas y el constante cambio de puntos cardinales eran parte de su entorno. Carlos Napoleón Santana (Carlitos Wey) no se dejó abatir por la falta de oportunidades y superó los momentos complicados. “Me crié en un internado. Cuando estaba pequeño mi padre se fue a vivir a los Estados Unidos en busca de un sueño pero jamás regresó, eso destrozó a mi madre que tuvo que luchar por sacarnos adelante”. Su comportamiento y el de sus hermanos no era el mejor por lo que pasaron al cuidado de su abuela “Vivía con mi madre en Manzueta, luego pasamos donde mi abuela a el Ensanche Quisqueya, de ahí donde una tía a Barahona, luego a Samaná y finalmente a Santiago donde se materializo mi proyecto artístico”.



Carlitos Wey, Teke Teke

Narró, que aspiraba terminar la universidad a sus 23 años y luego viajar a Estados Unidos para ayudar a su familia. Sin embargo, el destino guardaba para sí, otra suerte. A esa misma edad si llego a ese país pero convertido en artista.



Ahora de adulto, Carlitos Wey parece estar programado para ayudar; siempre quiso tender su mano a quienes más lo necesitan, pero no contaba con los recursos. Ahora que su vida dio un giro de 180 grados, y en 35 minutos gana lo que le costaba conseguir todo un mes, es un asiduo colaborador de las causas relacionadas con los niños de la calle por lo que, realiza donativos a varias instituciones de ese entorno. Es por ello que no se ha olvidado de su plan, quizás el más ambicioso de su vida: levantar el internado que le sirvió de hogar durante varios años “Mi sueño es poder levantar el internado donde mi crié”. Con esa idea explica que busca salvar las condiciones de vida de muchos niños, en cuanto a salud, alimentación y educación para convertirlos en personas de bien.

De la huella que le han dejado sus padres

“A mi madre la amo le agradezco mi vida, cuando la tengo presente siento que siempre estuvo ahí, hizo más de lo que pudo, gracias a Dios nunca perdimos la comunicación”.

En relación con su padre, cuenta que lo conoció gracias a su primera gira con Los Teke Teke “Le dije lo que no has hecho por mí en 23 años, yo lo voy hacer con mi talento y se lo demostraré a todo el mundo”. Sus palabras, que denotaban rencor hacia su padre, se convirtieron en realidad aunque el mismo día que las pronunció perdonó a su progenitor “Vi la verdad en su rostro, amanecimos él explicándome muchas cosas que no entendía hasta ese momento, las comprendí porque yo fui padre y madre en un momento que me llevé mis hermanos de Samaná a Santiago a vivir conmigo, tuve que trabajar, mantenerlos y velar por sus cuidados”.

Se mantendrá firme en Los Teke Teke

Carlitos Wey y Crazy Desing son una unión exitosa, el talento y la personalidad de cada uno al final les ha permitido complementarse y cosechar frutos en poco tiempo a nivel local e internacional, cosa que les toma décadas algunos intérpretes. Al cuestionarle sobre si piensa separarse, esto nos dijo: “Eso cabe en todas las mentes, algunas circunstancias me han levado a pensarlo, porque nada es para siempre, pero hasta ahora me siento feliz en compañía de Crazy Desing”. En el futuro, planea formar su propia compañía para ayudar a nuevos jóvenes talentos a construir sus proyectos musicales.

No sueña con las mujeres de la TV

Contario a su compañero de dúo, que sostiene una relación amorosa con la modelo presentadora de televisión Sandra Berrocal, Carlito anhela a una mujer más anónima “hay muchas mujeres bellas y atractivas de la televisión, pero me sigo manejando tranquilo lo mío tiene otro way”. A sus 25 años de edad sabe lo que quiere y toma las cosas con calma, sin apresurarse “Estoy conociendo una chica y vamos poquito a poco en busca de afianzar la relación”.

Por Robinson Pérez para Ensegundos.net