El famoso dicho “Hijos chicos, problemas chicos; hijos grandes, problemas grandes” a veces tiene mucho sentido para algunos papás. Mientras más crecen, los “niños” van teniendo sus propias necesidades y asuntos privados, y por más que los padres quieran intervenir en sus vidas, ya no es posible.

“Soltar” a los hijos y dejar de lado un poco ese control es muy necesario, ya que ellos necesitan su propio espacio y poder crear herramientas y armas para defenderse ante la vida, por lo que al tener padres sobre protectores esta tarea se vuelve un poco difícil. Esto es lo que planteó la sicóloga María Josefina Honorato en entrevista con Expreso Bío Bío, del portal biobiochile.cl



Un punto importante que destacó es que los papás no deben ser amigos de sus hijos, aunque tampoco es recomendable ser demasiado autoritario con ellos. La idea es mantener siempre un equilibrio entre buena relación y autoridad, basados siempre en la confianza.

Otro de los aspectos que deben tenerse en cuenta es nunca comparar a los hijos con sus hermanos, y menos descalificarlos ante otras personas, ya que es un falta de respeto tremenda que podría tener malos resultados en la relación en el futuro.