WASHINGTON. Estados Unidos evacuó este martes a 75 funcionarios de su embajada en Saná y urgió a todos sus ciudadanos a partir inmediatamente de Yemen, en el marco de una alerta global provocada por la interceptación de instrucciones dadas por el jefe de Al Qaida para cometer atentados.

Alrededor de 75 miembros del personal de la embajada de Estados Unidos en Yemen fueron evacuados la mañana de este martes a bordo de un avión militar norteamericano, dijo a la AFP un alto funcionario que se mantuvo en el anonimato.



El aparato, acompañado de otro que cumplía funciones de apoyo, despegó en dirección a la base estadounidense de Ramstein (Alemania), según ese funcionario.

El Departamento de Estado, que desde hace dos días mantiene cerradas decenas de misiones diplomáticas en Medio Oriente y África, ordenó evacuar a todo su personal diplomático no esencial de Yemen, pocas horas después de un ataque con drones que mató a cuatro militantes de Al Qaida en ese país.



Por su lado, el portavoz del Pentágono George Little dijo que «el Departamento de Defensa sigue manteniendo personal en el terreno para apoyar al Departamento de Estado y monitorear la situación en materia de seguridad».

Los medios estadounidenses aseguraron que el nivel de alerta se disparó debido a la interceptación la semana pasada de mensajes electrónicos entre el jefe de Al Qaida, Ayman al Zawahiri, y el líder de la red islamista en la Península Arábiga (cuya sede se halla en Yemen), Naser al Wuhayshi.

Según la edición del lunes del New York Times, Al Zawahiri ordenaba en esos mensajes organizar atentados a partir del domingo pasado.

Pero según la televisión CNN, Al Zawahiri le ordenó a Al Wuhayshi «hacer algo» y eso fue interpretado por las autoridades estadounidenses y yemeníes como una señal de atentado inminente.

A consecuencia de ello, el Departamento de Estado ordenó el cierre de 25 embajadas el domingo pasado e indicó posteriormente que 19 de ellas prolongarán el cierre hasta el 10 de agosto.

Al Qaida en la Península Arábiga (AQPA) es considerada la rama con mayor capacidad operativa de la organización, que en los últimos años sufrió duros golpes en sus núcleos históricos de Afganistán y Pakistán.

AQPA intentó incluso cometer atentados en Estados Unidos, como en 2009, cuando quiso enviar a un pasajero de un avión comercial con explosivos en su ropa interior y trató de disimular bombas en material de impresión enviado en aviones de carga.

Washington llevó a cabo por su lado decenas de ataques con drones (aviones teleguiados) en las vastas zonas de Yemen que escapan al control gubernamental y que sirven de base al grupo islamista.

Un bombardeo de drone mató el martes a cuatro hombres que viajaban en un vehículo en la región de Marib, al este de Saná, indicó a la AFP una fuente de una tribu local.

La agencia oficial de Yemen, Saba, confirmó la operación.

Uno de los fallecidos figuraba en una lista de 25 personas señaladas por las autoridades yemeníes como miembros de Al Qaida sospechosos de preparar atentados en coincidencia con el fin del mes de ayuno musulmán del Ramadán, a fines de esta semana.

Hasta ahora no está claro si la orden del Departamento de Estado de evacuar a todo el personal diplomático no esencial está vinculada a esa operación.

Otros países occidentales, como Gran Bretaña, Francia, Alemania y Noruega también cerraron sus misiones diplomáticas en la región.

Aunque Washington haya ordenado ya en otras ocasiones el cierre de embajadas ante el riesgo de atentados, se estima que nunca esa decisión tuvo tal amplitud.

La semana pasada, el Departamento de Estado advirtió a los ciudadanos estadounidenses del riesgo de «ataques terroristas en sistemas de transporte público y otras infraestructuras turísticas».

El domingo pasado, Interpol lanzó una alerta mundial relacionada con la fuga el mes pasado de «cientos de terroristas y otros criminales» de cárceles de nueve países, entre ellos Libia, Irak y Pakistán.

Los programas de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) se encuentran bajo la lupa de la opinión estadounidense y mundial luego de que el exanalista Edward Snowden revelara la existencia de un gigantesco programa de vigilancia de comunicaciones en internet.

AFP