BRASILIA. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aplazó la visita de Estado prevista el 23 de octubre a Washington, tras las denuncias de espionaje de Estados Unidos a Brasil, informaron este martes la Presidencia brasileña y la Casa Blanca.

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«Los dos presidentes decidieron aplazar la visita de Estado, pues los resultados de esta visita no deben estar condicionados a un tema cuya solución satisfactoria para Brasil todavía no fue alcanzada», afirmó la presidencia brasileña en una nota.

El comunicado expresa la irritación del gobierno brasileño con las denuncias de que Estados Unidos habría espiado no solo al país, sino a Rousseff, a varios de sus asesores y a la petrolera estatal Petrobras.



«Las prácticas ilegales de interceptación de las comunicaciones y datos de ciudadanos, empresas y miembros del gobierno brasileño constituyen un hecho grave que atenta contra la soberanía nacional (…) y es incompatible con la convivencia democrática entre países amigos», señaló.

La presidencia brasileña recordó que Obama llamó a Rousseff la noche del lunes para discutir el tema, pero afirmó que «no están dadas las condiciones para la realización de la visita en la fecha anteriormente acordada».

Brasil exige una investigación, explicaciones y el compromiso estadounidense de que cesará el espionaje. «El gobierno brasileño confía en que, una vez resuelta la cuestión de manera adecuada, la visita de Estado ocurra en el más breve plazo posible», concluyó.

Obama «comprende y lamenta las preocupaciones que han causado en Brasil las revelaciones de presuntas actividades de inteligencia de Estados Unidos», dijo por su lado la Casa Blanca en un comunicado.

El presidente estadounidense «está comprometido a trabajar con la presidenta Rousseff y su gobierno a través de canales diplomáticos para superar este asunto como fuente de tensión en la relación bilateral», añadió.

También advirtió que una revisión amplia de la inteligencia estadounidense «llevará varios meses».

Obama y Rousseff esperan que la visita de Estado tenga lugar próximamente y creen que «no debe ser opacada por un asunto bilateral, por más importante o desafiante que sea el asunto», dijo a periodistas el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

AFP