Keira Robertson completaba su primera hora de nacida cuando su corazón se detuvo y volvió a latir después de 25 minutos. Pasaron 8 día y tuvo que ser sometida a dos operaciones de corazón.
Lo que es más desde el embarazo, los médicos dijeron a sus padres, Michaela y Christopher, que era poco probable que sobreviviera más de 21 semanas en el útero. Además de que si nacía tenía un alto riesgo de tener fibrosis quística y el síndrome de Down.
Con todo la Sra. Robertson rechazó el consejo de interrumpir su embarazo y siguió, así que cuando nació Keira no podía estar más feliz. No presentaba ningún signo de tener fibrosis quística o síndrome de Down. Todo iba bien hasta que sólo nueve minutos después, el corazón de Keira se detuvo.
“Los doctores vinieron y nos dijeron que las cosas no se veían muy bien y que probablemente no lo lograría. Me senté allí en shock. Mi madre y mi marido se sentaron a llorar.”
Después de masajear su corazón para mantener el bombeo de la sangre y darle cinco dosis de adrenalina para volver a ponerlo en marcha, los médicos estaban a punto de darse por vencidos, y entonces el corazón de Keira comenzó a latir.
A los ocho días de edad tuvo una operación de corazón abierto de diez horas para corregir sus arterias, dos agujeros en su corazón y ampliar las válvulas pulmonares, informa planetacurioso.com, en su portal.
Ya han pasado 7 meses y Keira es una bebé fuerte y sana. Su mamá dijo a Daily Mail: “Al ver a Keira no creo que ella haya pasado por todo eso. Ella es tan saludable como puede ser. “
Sin duda, toda una sobreviviente, su vida tuvo un comienzo difícil pero ya está bien y esperemos que así siga o ¿tú qué opinas?