depresion

 

A lo largo de la vida acumulamos sentimientos negativos relativos a acontecimientos pasados. Debido a esto, quedan resentimientos, tristezas, miedos y enojos, respecto de experiencias desagradables. Pero ¿Qué se puede hacer para eliminar toda esa basura emocional?



No es necesario recordar algo malo para sentirse afectado; si existe carga emocional negativa, el efecto en el presente viene en forma de dificultades emocionales y enfermedades.

Es como si se arrastrara una pesada basura interior, lo que puede causar falta de voluntad, cansancio, ansiedad, agresividad, fobias, complejos, frustración, entre otras cosas.



Es por todo esto, que la psicóloga española, Ciara Molina, decidió realizar un experimento para eliminar la ‘basura emocional’, utilizando la psicología emocional en su perfil de Facebook.

Destaca BioBio de Chile que en él decidió mostrar una cara de su profesión mucho más amable y cercana, “que intentase llegar al corazón de las personas”. Lo fue llenando de frases positivas, canciones optimistas, debates abiertos y pinturas; y consiguió crear una especie de consulta virtual donde todos participaban y se ayudaban los unos a los otros.

Molina señaló que “Me di cuenta de la gran necesidad que tiene la gente de expresar sus sentimientos, e Internet resultaba un medio que, lejos de parecer frío, facilitaba este contacto desde la salvaguarda del anonimato si así se requería”, explica.

Según consigna el sitio ABC, la demanda fue tan grande, que se la psicóloga se animó a probar intervenciones terapéuticas a través de tres medios virtuales: correo electrónico, chat y videoconferencia.

La profesional comentó que en un principio todo fue muy lento pero que de a poco la gente fue adquiriendo más confianza para expresar sus emociones. “La gente tiene mucha necesidad de encontrar su equilibrio emocional y la página es un medio de fácil acceso donde poder expresarse y aprender sobre sí mismos”, señaló.

Todo este experimento la llevó a escribir el libro “Emociones expresadas, emociones superadas”, donde pretende enseñar toda una serie de técnicas que ayuden a las personas a gestionarse emocionalmente de una forma sana.

A continuación te dejamos 10 técnicas que la psicóloga describió en su libro para poder eliminar la basura emocional, según lo resumido por el sitio ABC:

1. Pensamientos positivos o negativos, tú eliges: Según Molina, “los pensamientos negativos generan una enorme cantidad de malestar, y su manifestación común es la ansiedad”. Los positivos, en cambio, provocan todo lo contrario a nivel emocional. Así, con afirmaciones positivas, se logrará modificar el pensamiento a través del uso del lenguaje. Se trata, según señala la experta, “de que te creas lo que te dices, no sólo que te quedes con las palabras: ‘me quiero’, ‘me valoro’, ‘soy capaz’… Hay que animarse a potenciar aquello que quieres atraer y tu pensamiento abrirá el camino emocional que te ayudará a alcanzarlo”, asegura.

2. Creando expectativas, acumulando frustraciones: Tendemos a fijarnos demasiado en lo que consideramos que nos hace falta, y esto dificulta poner atención en lo que uno es, siente y piensa en el día a día. No se puede saber lo que va pasar de aquí a 5 años, pero sí se puede gestionar a dónde se quiere llegar dando pequeños pasos desde el hoy. “La mejor manera de no excedernos en nuestras expectativas será establecer pocas y a corto plazo, al hacerlas alcanzables ganaremos confianza”, asegura Molina.

3. La actitud determina el estado de ánimo: ¿Alguna vez has tenido la sensación de vivir un día pésimo desde que te levantas hasta que te acuestas? o, por el contrario, ¿no te ha pasado que de repente sientes que todo lo que acontece a tu alrededor parece estar en sincronía contigo? “Lo que determina uno u otro es la actitud con la que nos enfrentamos a él”, afirma Molina. “El mundo según lo vemos no es más que un reflejo de nuestro estado interior: cuanto más optimistas seamos a la hora de interpretar lo que nos pasa, mejor valoración haremos de nosotros mismos (autoestima) y mejor adaptación al medio tendremos. Por tanto, toda actitud positiva comienza por tener una autoestima saludable”.

4. Voluntad sin acción es papel mojado: Cuando nos sentimos mal o sin ganas, lo primero que perdemos es la voluntad. “Sabiendo que la voluntad es nuestra capacidad para decidir si realizar un determinado acto o no, ¿por qué escoger quedarse en la oscuridad pudiendo ver la luz?”, se pregunta Molina. Para tener una buen a predisposición a la acción voluntaria, ella aconseja ser receptivo, priorizar los pasos, visualizar positivamente aquello que queremos que suceda.

5. Salir de la zona de confort: Se define como zona de confort como todo aquello que nos rodea y con lo que nos sentimos cómodos. ¿Cómo salir de esta zona? Molina aconseja al respecto explorar nuevos horizontes y dejar que la vida nos sorprenda. “Perder el miedo a avanzar, a descubrir nuevos mundos y buscar oportunidades que nos aporten nueva sabiduría. Cuando decidimos explorar más allá de los límites que nos autoimpusimos empezamos a entrar en lo que se conoce como la “zona de aprendizaje”, explica la experta.

6. Quiero, puedo, me lo merezco: “Tenemos que tener claro que lo que nos define no son las opiniones positivas que los demás puedan tener o las críticas a las que nos veamos expuestos, sino la valoración que hacemos de nosotros mismos. Es decir, de la autoestima”, señala Molina.

7. Autoestima -> camino al bienestar: Para hacer que mejore, la psicóloga recomienda que “nos aceptemos, tengamos confianza plena en lo que hacemos, nos cuidemos a nosotros mismos, seamos autosuficientes en materia emocional, aprendamos a poner límites, realicemos autocrítica constructiva, sepamos que somos los únicos responsables de lo que nos pasa, nos dediquemos un momento al día solo para nosotros, y apostemos por el sentido del humor, entre otras muchas cosas que podemos hacer”.

8. Aceptación, pero no olvido: No se olvida, se supera, dice Molina. “Superamos relaciones, miedos, malestares, frustraciones, pérdidas y heridas emocionales. Eso sí, el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional y pensar constantemente en borrar nuestros recuerdos negativos no hará más que hacerlos más conscientes”, afirma. Por eso para que un malestar se supere “no podemos negar que exista, necesitamos admitirlo para cambiarlo”, agrega.

9. Críticas, ¿constructivas o destructivas?: Lo que diferenciará que una crítica sea constructiva o destructiva será la intención con la que se dice, las palabras que se escogen y la manera de decirla. “Pero por muy destructiva que sea la crítica, si no se le da importancia, no se vivirá como una ofensa”. Asimismo, cuando seamos nosotros los que formulemos la crítica, no debemos ser apresurados a la hora de opinar, debemos dejar claro el aprecio, basarla en el respeto, y expresarla en el momento adecuado… además de ser conscientes de que el otro tiene derecho a réplica”, recuerda.

10. La comunicación, por último, como base del equilibrio emocional: Resulta imprescindible saber comunicarnos, entendernos y comprendernos los unos a los otros. Para que la comunicación sea efectiva y emocionalmente sana partiremos de las siguientes premisas: Tendremos la actitud adecuada, nos centraremos en un tema en concreto, escucharemos con atención, nos expresaremos de forma clara y directa, diremos lo que pensamos y sentimos, aceptaremos la opinión del otro, no daremos nada por sentado, preguntaremos, y seremos coherentes con lo que decimos y lo que expresamos de una manera no verbal.