San Juan. Puerto Rico despertó hoy con la sorpresa de los escasos daños producidos por un sismo de 6,4 en la escala de Richter que se registró a medianoche en el mar Caribe, a unos cien kilómetros al noroeste de San Juan, uno de los más intensos que han sacudido la isla caribeña en su historia reciente.

A falta de confirmación oficial, no se tiene noticia de daños de importancia, aunque en prácticamente toda la isla pudo notarse el sismo, registrado a una profundidad de 28 kilómetros (17,4 millas) y acompañado de decenas de réplicas, entre ellas diez de magnitud superior a 3.
Sismo temblor



Éste ha sido uno de los más intensos que han afectado a Puerto Rico, desde el potente sismo que en 1918 azotó la isla con una magnitud de 7,5, estuvo acompañado de un tsunami de unos 6 metros (19,5 pies) de altura y provocó la muerte de 116 personas.

Desde entonces, y según el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS), en la isla se han sentido temblores de gran magnitud, como los registrados cerca de isla La Española en 1953 y en 1946, de 6,9 y 8,1 en la escala de Richter, respectivamente; así como otro en el Cañón de Mona en 1946, de 7,5.



Previamente, en 1867, 20 días después del devastador huracán San Narciso, la isla de Anegada (Islas Vírgenes Británicas) fue azotada por un sismo de 7,5 al que siguió un tsunami que se adentró en la tierra de la costa este de Puerto Rico hasta 150 metros (490 pies).

En 1787 se registró otro en la Fosa de Puerto Rico (fosa marina en el límite entre el Caribe y el Atlántico) con una magnitud de entre 8 y 8,1, con lo que derrumbó edificios e iglesias de la isla, y causó daños en los históricos Fuertes de San Felipe del Morro y de San Cristóbal, en San Juan.

En la memoria colectiva reciente uno de los más intensos que se recuerdan es el del 24 de diciembre de 2010, con una magnitud de 5,4, pero con epicentro en la zona central de la isla.

El sismo de hoy tuvo lugar tan sólo un minuto después de la medianoche que dejaba atrás el cuarto aniversario del devastador terremoto que causó en Haití unos 300.000 muertos.

El temor a que viniera acompañado de un tsunami, una posibilidad que fue descartada desde un principio, llevó a que hoy algunos residentes de la costa norte, incluida la mayor área metropolitana de la isla, huyeran precipitadamente con sus automóviles hacia zonas interiores.

«Mi primera reacción fue mirar las cámaras de seguridad pensando en que pudiera ver entrar agua de un tsunami, porque en ese caso tendría que dar la alarma», relató a Efe minutos después del terremoto Juan Otero, vigilante de seguridad de una comunidad de vecinos situada a la orilla del mar, en el barrio de Condado (San Juan).

De hecho, algunos vecinos del inmueble se montaron de inmediato en sus automóviles para alejarse de la costa por temor a que se produjera ese fenómeno, mientras que muchos otros salieron a la calle en busca de información.

«Para uno medir cuán grande es un terremoto, no solamente es su magnitud, sino a qué distancia ocurre y a qué profundidad», explicó el geomorfólogo de la Universidad de Puerto Rico José Molinelli para justificar por qué, pese a su intensidad, el sismo de anoche no provocó daños graves.

El temblor ocurrió a unos 57 kilómetros (35 millas) al norte de Hatillo y unos 98 kilómetros (61 millas) al noroeste de San Juan.

Desde la Red Sísmica de Puerto Rico se advirtió a la población de que era previsible la aparición de réplicas durante todo el día, sin que se pueda descartar que alguna de ellas sea incluso mayor, por lo que llamó a la población a que, dentro de la calma, se mantenga vigilante.

«Las personas tienen que estar conscientes de que en cualquier momento podría ocurrir un terremoto aún mucho más grande y de que siempre existe la posibilidad de que genere un tsunami. Eso es una realidad que tiene Puerto Rico y todo el Caribe», añadió Christa Von Hillebrandt, directora del Centro de Tsunamis del Caribe.

En declaraciones a la emisora local NotiUno, argumentó que «esta vez hemos tenido la suerte de que ha sido lejos de la costa» y apuntó que en la capital se notó con una intensidad cercana a 5.

«No se ha reportado ningún daño en San Juan», dijo en su cuenta de Twitter Carmen Yulín, la alcaldesa de la capital de Puerto Rico, donde hoy es festivo en conmemoración del nacimiento del intelectual Eugenio María de Hostos, por lo que no hay clases y muchos negocios están cerrados.

Aún a la espera de información oficial sobre posibles daños y de algún mensaje por parte del gobernador, las críticas a la falta de agilidad en la información suministrada sobre el seísmo no se han hecho esperar en la isla.

El Servicio Nacional de Meteorología de EE.UU. en Puerto Rico tardó 21 minutos en informar del terremoto, y el AEMEAD se demoró más de dos horas en difundir un comunicado llamando a la calma.

Puerto Rico fue una colonia española hasta 1898, cuando pasó a ser jurisdicción estadounidense, y en 1952 firmó su constitución como Estado Libre Asociado a EE.UU, lo que le otorga una autonomía limitada en asuntos como acuñación de moneda, defensa y protección de fronteras. EFE