Ciudad del Vaticano. El papa Francisco afirmó que el adulterio es un «pecado grave», pero que ahora se piensa que es sólo «un problema que hay que resolver», durante su homilía de hoy en la misa matutina que celebra en su residencia, la Casa Santa Marta.

Asimismo añadió que «todos somos pecadores» y aseguró que si alguno dice que no ha sentido alguna vez una tentación «o es un querubín o es tonto», según se lee en algunos extractos de la homilía publicada por Radio Vaticano.



El pontífice argentino dedicó hoy su sermón al pecado y recordó que el papa Pío XII afirmaba que «el pecado más grande es que los hombres han perdido el sentido del pecado».

Para Francisco cuando falta la presencia de Dios entre los hombres «se pierde el sentido del pecado y puede suceder que paguen los demás el precio de nuestra mediocridad cristiana».



Entonces puso el ejemplo del adulterio, que consideró «un pecado grave», al citar la lectura de hoy del Evangelio, que cuenta como el Rey David para conseguir a Betsabé, que estaba casada con uno de sus generales, le manda a primera línea de la batalla, donde morirá.

«David se encuentra ante un gran pecado, pero él no lo siente como pecado y sólo se preocupa de cómo lo resolverá», relató.

Ante ello, Francisco explicó que «el problema más grave de esta lectura no es el noveno mandamiento (no desearás a la mujer de tu prójimo) sino que David no habla de pecado sino de problema que debe resolver».

«Es normal en nuestra vida la lucha y el diablo nunca está tranquilo. Quiere su victoria», dijo el papa, quien reiteró que el problema no es el «perder el sentido del pecado».

EFE