CHICAGO. El acelerado deshielo del Ártico como consecuencia del calentamiento global abre la vía a inéditos movimientos migratorios de agentes patógenos, que representan un riesgo para los mamíferos marinos y potencialmente también para los humanos, alertaron científicos.
«Con el cambio climático nos damos cuenta de que existe una posibilidad sin precedentes para que los agentes patógenos migren a nuevos ambientes y causen enfermedades», dijo Michael Grigg, parasitólogo del Instituto de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por su sigla en inglés) de Estados Unidos.
«El hielo es una enorme barrera ecológica para los patógenos, que al aumentar las temperaturas en el Ártico pueden sobrevivir y acceder a nuevos anfitriones vulnerables que no han desarrollado inmunidad contra estos microbios y parásitos por no haber estado expuestos con anterioridad», dijo el jueves en la conferencia anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS), que se celebra en Chicago del 13 al 17 de febrero.
Una nueva cepa del parásito Sarcocystis pinnipedi, hasta ahora secuestrado en el hielo, ha emergido recientemente causando una amplia mortalidad en focas grises y otros mamíferos amenazados en el Ártico, como leones marinos, morsas, osos polares y osos pardos en Alaska y hasta en el sur de la provincia canadiense de Columbia Británica
Otro parásito que se encuentra comúnmente en los gatos, llamado Toxoplasma gondii, fue hallado en ballenas blancas (belugas) en aguas del Ártico, algo nunca visto, dijo el científico.
Este descubrimiento hace unos años provocó una alerta sanitaria en las poblaciones esquimales que tradicionalmente comen la carne de estas ballenas, agregó.
Los mamíferos marinos, buenos centinelas
«Se trata de un nuevo patógeno endémico en el Ártico que ha matado 406 focas grises en buen estado físico en el Atlántico Norte en 2012», dijo Grigg, indicando que este parásito es inofensivo para los humanos.
Este es el primer ejemplo de un parásito que migra del norte hacia el sur, según el experto, que marcó un paralelismo con la peste negra en Europa en la Edad Media, que mató a un tercio de la población que nunca había estado expuesta al patógeno.
La toxoplasmosis, la infección causada por el Toxoplasma gondii, es la principal causa de ceguera infecciosa en humanos y puede ser fatal para el feto, así como para las personas y animales con un sistema inmunitario debilitado.
Este parásito se transmite principalmente por el consumo de carne mal cocida o agua que haya estado en contacto con suelos contaminados con heces de gato.
«Los mamíferos marinos pueden ser buenos centinelas del ecosistema en el Ártico», señaló Sue Moore, bióloga oceanógrafa de la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), en la conferencia de la AAAS.
«Estos animales emiten señales de lo que está pasando y tenemos que mejorar nuestra interpretación», dijo, y señaló que el Ártico ha perdido cerca del 75% de su hielo permanente en los últimos años.
«Sabemos muy poco sobre la capacidad de las plantas, animales y humanos para responder al ritmo increíblemente rápido del cambio climático», dijo Christopher Field, profesor de biología de la Universidad de Stanford (California, oeste).
Según el experto, la velocidad de este ritmo es inconmensurable con relación a la del mayor cambio climático precedente, el enfriamiento del planeta hace más de 50 millones de años.
AFP