La población de Crimea votó este domingo por abrumadora mayoría a favor de la integración de esta península ucraniana a Rusia, en un referéndum separatista que fue denunciado por Kiev y Occidente.

barco de guerra



“Un 95,5% de los electores votaron a favor de la integración de Crimea a Rusia”, anunció el presidente de la comisión electoral local, Mijailo Malychev, tras el escrutinio de más de la mitad de los votos.

La participación fue superior al 80% de los 1,5 millones de personas con derecho al voto que viven en este península ocupada desde hace dos semanas por las tropas rusas.



“¡Volvemos a casa!”, proclamó el domingo el primer ministro de Crimea, Sergui Axionov, ante una multitud plena de júbilo en la plaza Lenin en la capital regional Simferopol.

Crimea fue históricamente parte de Rusia hasta que la Unión Soviética la cedió a Ucrania en 1954, por decisión de Nikita Jrushchov. Sin embargo, Moscú mantuvo en el puerto crimeo de Sebastopol la base de su flota en el Mar Negro.

La población es en su mayoría rusohablante y favorable a la incorporación a Rusia. Al contrario, las minorías ucraniana y tártara, que representan el 37% de la población, pidieron boicotear el referéndum.

La Casa Blanca rechazó inmediatamente los resultados del referéndum, que entrañará la mayor modificación del mapa europeo desde la declaración de independencia de Kosovo de Serbia en 2008, y criticó las acciones “peligrosas y desestabilizadoras” de Moscú en esta crisis.

El presidente de Estados Unidos Barack Obama mantuvo el domingo por la noche una conversación telefónica con su homólogo ruso Vladimir Putin, quien defendió un referéndum que “respeta plenamente el derecho internacional”.

Sin embargo, Obama advirtió a Putin que Estados Unidos y sus aliados “jamás” reconocerán el resultado del referéndum y advirtió sobre nuevas sanciones.

Obama se sumó a las expresiones de condena de otras capitales mundiales, advirtiendo que las iniciativas rusas “violan la soberanía y la integridad territorial de Ucrania” y que, “en acuerdo con otros aliados europeos”, están “preparados para aprobar más sanciones a Rusia por sus actos”.

El Kremlin había dicho más temprano que la llamada había sido a iniciativa de Washington, en un contexto en el que las relaciones entre Estados Unidos y Rusia están en su nivel más bajo desde el fin de la Guerra Fría.

Putin respondió a Obama que la consulta es totalmente legal y “respetuosa de las normas del derecho internacional y la carta de la ONU”. Los dirigentes del nuevo gobierno europeísta de Kiev la consideran ilegal porque la estratégica región del Mar Negro ha estado de hecho bajo control de fuerzas rusas desde principios de mes.

Londres por su parte calificó al referéndum de “farsa”, y París se refirió a un voto “bajo amenaza de las fuerzas de ocupación rusas”.

Escenas de júbilo

Apenas divulgados los primeros resultados, miles de personas salieron a festejar en las calles de Simferopol, la capital de la península de Crimea, y en Sebastopol, donde tiene su base la flota rusa del Mar Negro, constataron periodistas de la AFP.

En Simferopol, los partidarios de la reunificación con Moscú cantaron en coro el himno nacional ruso, ondeando banderas tricolores, mientras que en Sebastopol, miles de personas celebraban la victoria de Moscú bebiendo alcohol y bailando danzas tradicionales rusas.

El primer ministro de Crimea anunció que la península pedirá oficialmente el lunes su anexión a Rusia en una sesión extraordinaria en el Parlamento.

Una delegación oficial del parlamento se trasladará el mismo día a Rusia, agregó, sin precisar el objetivo de la visita.

“Queremos avanzar lo más rápidamente posible, pero observando todos los procedimientos legales”, añadió el primer ministro prorruso.

El referéndum, presentado como un ejercicio de democracia popular por las autoridades separatistas y por Moscú, se desarrolló en presencia de miles de soldados rusos que controlan la región desde hace dos semanas junto a las milicias separatistas.

Horas antes de conocerse los primeros resultados, la Unión Europea condenó oficialmente el referéndum, al que calificó de “ilegal e ilegítimo”, y anunció que se decidirán sanciones el lunes.

Las autoridades secesionistas llegaron al poder en Simferopol tras la destitución en Kiev, el 22 de febrero, del presidente prorruso Viktor Yanukovich.

El millón y medio de votantes de Crimea debían optar entre “la reunificación con Rusia como miembro de la Federación Rusa” o la vuelta a un estatuto de 1992, que nunca fue aplicado, que da una autonomía más amplia a la región.

La opción de mantener el estatus actual dentro de Ucrania no formaba parte de las opciones.

AFP