Joanne Milne, del norte de Inglaterra, se pasó 39 años de su vida sin poder oir. A los 20, también empezó a perder la vista debido a una rara enfermedad conocida como el síndrome de Usher.



Esta mutación genética es la principal causa de la sordoceguera.

El mes pasado se sometió a un implante coclear en el hospital Queen Elizabeth de Birmingham y para comprobar si funciona, una enfermera recita los días de la semana.



“No puedo describir lo que fue ese momento para mi vida”, le dijo Joanne a la BBC días después.

Ahora cuenta que escucha a los pájaros, el taladro de las calles, los aviones que pasan por el cielo… “la primera vez que oí, encendí y apagué el aparato como 10 veces”, cuenta.

“Quería oír una y otra vez esas cosas que la gente da por hecho”.

La increíble reacción fue filmada en un teléfono celular por su madre, quien después le confesó a la BBC que lo que esperaba grabar era una risa.

Fuente: Contextolatino.net