El embarazo constituye una de las etapas de mayor vulnerabilidad nutricional en la vida de la mujer. Existe una importante actividad anabólica, que determina un aumento de las necesidades nutricionales con relación al período preconcepcional.
Incluso, la desnutrición materna durante el embarazo se asocia a un mayor riesgo de morbimortalidad infantil, en tanto que la obesidad también constituye un factor importante de riesgo, al aumentar algunas patologías del embarazo, la proporción de niños macrosómicos y las complicaciones del parto.
“El desafío de los profesionales de la salud es ayudar a establecer conductas saludables con relación a alimentación y actividad física en forma muy prioritaria durante el embarazo, período de máxima vulnerabilidad”, indicó Silvana Saavedra, Coordinadora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico.
En este sentido, la especialista expuso algunos de los productos y alimentos que deben evitarse durante el embarazo.
1.- El alcohol.
Actualmente no existe un límite seguro para beber alcohol durante el embarazo, por lo que es recomendable suprimirlo del todo.
De acuerdo a la experta, la ingesta excesiva de alcohol al inicio de este período se asocia con el nacimiento de niños con malformaciones (síndrome de alcoholismo fetal /SAF), retardo del crecimiento intrauterino, anormalidades oculares y articulares y retraso mental. También se ha descrito un índice más elevado de abortos espontáneos, desprendimiento prematuro de placenta y prematuridad.
Su consumo en etapas posteriores de la gestación, en tanto, se asocia a alteraciones de crecimiento y desarrollo fetal pero no induce malformaciones. Aun cuando no se han encontrado evidencias claras de efectos adversos asociadas al consumo de menos de dos bebidas alcohólicas a la semana, es más prudente eliminar el consumo de alcohol durante la gestación.
2.- La cafeína.
Según lo expuesto por Saavedra, la cafeína atraviesa la placenta y puede alterar la frecuencia cardíaca y la respiración del feto. Las dosis masivas de cafeína son propensas a generar malformaciones en animales, pero no se ha valorado bien el efecto de dosis menores.
Los datos en mujeres son limitados, pero los estudios no han mostrado una asociación con complicaciones del embarazo o características del recién nacido. Mientras no exista información más confiable, es preferible no incentivar el consumo de cafeína durante el embarazo.
Se recomienda que las mujeres gestantes y en lactancia no consuman más cafeína que la contenida en dos tazas de café. También debe limitarse el consumo de té y de bebidas gaseosas que la contienen.
3.- Exposición a metales pesados y otros.
Finalmente, la especialista señaló que hay que tener especial preocupación con la exposición e ingesta de productos que contengan metales pesados (plomo, cadmio, mercurio), arsénico, subproductos organoclorados que se generan a partir de la desinfección del agua, pesticidas que contaminan los alimentos y el agua y algunos agentes microbiológicos, como el toxoplasma y la listeria que pueden estar presentes en los alimentos.
En junio de 2011 la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) endureció las recomendaciones sobre el consumo de ciertos pescados como el atún y crustáceos, debido a su elevado contenido en mercurio y cadmio. Respecto al mercurio, el diario El País informó que dicho metal “puede provocar alteraciones graves en el desarrollo neuronal del feto y de los niños de corta edad”.
En este sentido, la Aesan recomendó a las embarazadas y menores de 3 años no comer pez espada, tiburón o atún rojo. Además, alertó que los niños entre 3 y 12 años no debían consumir más de 50 gramos a la semana.
Cabe señalar, finalmente, que la experta recomendó llevar una alimentación sana durante el embarazo y realizar ejercicios moderados. Salir a caminar, nadar, elongar y practicar golf son algunos de los deportes que no presentan ningún riego en esta etapa. Además, existen diferentes actividades especialmente diseñadas para las embarazadas como gimnasia, yoga y eutonía, entre otras.
