Hay situaciones que no tienen nada de gracioso, pero en ocasiones, aún así mostramos una mueca parecida a la sonrisa o reímos. No es necesario estar feliz para reír. Si hay gente que llora de felicidad, también hay quienes se ríen cuando están en situaciones complicadas o nerviosos. ¿Te has preguntado por qué reímos cuando estamos nerviosos? Conozcamos algunas posibles razones.

¿Por qué ocurren las risas nerviosas?



La risa en los humanos es más compleja que una reacción natural a algo divertido, pero también responde a una necesidad de nuestro cerebro. Cuándo ocurre algo que podría perjudicar a otros o a nosotros mismos, el cerebro se pone en alerta para una posible acción, pero en vez de prepararnos para lo malo, intenta hacernos pensar que todo está bien.

Por eso reímos cuando estamos nerviosos, ya que nuestro cerebro busca disipar una situación complicada con una respuesta que normalmente es considerada como positiva, convirtiéndola en una señal de que eso que nos tiene nerviosos no existe como tal o simplemente no ocurrirá.



Psicólogos clasifican el humor como un mecanismo de defensa del cuerpo, ya que evita la ansiedad y nos prepara para situaciones complicadas que pueden venir después, las que enfrentaremos mejor si estamos más relajados.

Otra teoría sobre por qué nos reíamos cuando estamos nerviosos refiere a lo evolutivo. Si nos mostramos felices y despreocupados ante el enemigo, nos vemos menos vulnerables. Asimismo, la risa nerviosa puede explicarse como una negación de los malo o aquellas cosas que nos preocupan, fingiendo inconscientemente que no existen o son menos importantes.

La risa, un arma poderosa

En términos de psicología, el reír es una arma primitiva para enfrentar todo tipo de situaciones, ya que no solo tiene un efecto sobre la persona que lo hace, sino también en quienes están junto a ella. La risa nerviosa puede comenzar cuando sentimos amenazados por otro y queremos transmitirse que no nos parece relevante ni peligroso, siendo así un elemento de defensa ante un posible daño.

Asimismo, el reír ante la adversidad, lo complicado o aquello que provoca ansiedad, se transforma en una herramienta de negación. No hay peligro, es todo falso o menos preocupante de lo que nos pareció en un principio, engañando no solo a la misma persona, sino también a los otros.

Una película de terror puede provocarnos risa, tal como si fuera una comedia, pero la risa en el primer caso es nerviosa, como una forma inconsciente de calmarnos ante situaciones que asustan y generan ansiedad. Eso si, la risa nerviosa es un arma que produce efectos de corta duración, ya que ataca peligros o molestias inmediatas, que de otra forma nos causarían gran dolor y ansiedad.
Si de forma consciente una persona utiliza el humor para atacar lo adverso, se sentirá mejor consigo misma, no por nada muchos comediantes son personas deprimidas, informa curiosidades.batanga.com, en su portal.