Hace tan solo dos días que se creó el Servicio Nacional de Meteorología Espacial (SeNMEs) y ya predice la posible llegada de una “llamarada solar” a nuestro planeta.

Consuelo Cid, investigadora de la Universidad de Alcalá de Henares y científica principal del SeNMEs, explica que en la madrugada del jueves, a las 4.25 hora de España, se ha producido en una pequeña región central del sol “una fulguración con emisión de masa energética (masa coronal) con altas temperaturas que podría dirigirse en estos momentos hacia nuestro planeta”.



Aunque todavía se desconoce a la velocidad que avanza esta “llamarada” ni si impactará de lleno la Tierra, un comunicado del organismo apunta a que hay “altas posibilidades” de que nos alcance. Cid asegura que los datos se irán actualizando a lo largo de la mañana a medida que haya más información y se sabrá si finalmente pueda alcanzar la Tierra o pasar de largo en otra dirección.

La investigadora cuenta que «personalmente, yo creo que finalmente no nos llegará porque se dirigirá hacia el sur. Pero el riesgo está ahí».



Las consecuencias directas de esta inyección de radiación en la atmósfera las sufrirían los sistemas de comunicación “y a lo mejor las redes eléctricas. Se notaría en bloqueos en las radios, apagones de móviles y gps o incluso algún corte de luz”.

Pero no todos sus efectos son malos. Un impacto de radiación extra en el planeta podría provocar la aparición de auroras boreales en partes del mundo que nunca antes han visto este fenómeno, algo muy bello de ver.

La erupción es de nivel M8, la segunda categoría de mayor intensidad. Los efectos de estas erupciones en general solo se sienten un par de días después de la llamarada, cuando el plasma llega a la Tierra e interrumpe su campo magnético.

Por el momento, Cid asegura que algunas radios han visto bloqueada su señal algunos minutos en algunas regiones del mundo en el momento de la “explosión solar”.

El Sol es el único objeto astronómico que sustancialmente afecta a la humanidad, pues las distancias son tan grandes en el Universo que fenómenos tan violentos como los agujeros negros y las supernovas, explosiones de rayos gamma o presencia de agujeros negros no tienen repercusión apreciable en la Tierra y en nuestro modo de vida.

El actual ciclo de actividad solar, que está en su fase descendente, ha tenido un mínimo muy prolongado de más de dos años, que ha sido «muy bajo», y el máximo ha sido «pequeño» en relación a ciclos anteriores, por lo que algunas teorías que apuntan a que se entrará próximamente en una época fría en la Tierra.

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