Hillary Clinton admitió ayer que cometió un error al no usar el correo electrónico oficial para toda su correspondencia cuando dirigía la diplomacia de Estados Unidos, aunque aseguró que no hizo nada ilegal, intentando calmar una polémica amplificada por la oposición republicana.

Clinton



Después de una semana de silencio, Clinton, probable candidata a la presidencia en 2016, afrontó las preguntas de los periodistas sobre la controversia después de un discurso en la ONU.

«Elegí usar una cuenta de email personal por razones prácticas (…), porque pensaba que sería más simple para mí tener un solo mecanismo en lugar de dos, para el trabajo y para mis emails personales», dijo Clinton a la prensa y añadió que «si volviera atrás probablemente habría sido más inteligente y habría utilizado los dos correos».



«Pero estoy absolutamente convencida que todo lo que puede estar relacionado con el trabajo está ahora en manos del Departamento de Estado», agregó.

Tras el alud de críticas, Clinton pidió hacer públicos sus correos electrónicos. Según The New York Times, 50.000 correos electrónicos suyos fueron recientemente entregados al departamento de Estado, pero los republicanos dicen que no existe ninguna garantía de que todos los mensajes importantes hayan sido transmitidos npara su conservación.

«Tomé la decisión de hacerlos públicos para que la gente pueda verlos», dijo Clinton. «Las leyes y reglamentos en vigor cuando era Secretaria de Estado me permitían usar mi correo electrónico para el trabajo», agregó.

– Emails personales, borrados –

La legislación estadounidense obliga a conservar en los Archivos Nacionales toda correspondencia profesional de funcionarios del gobierno, argumento utilizado por Hillary Clinton. Pero no explicó por qué espero hasta finales de 2014, casi dos años después de salir de la administración, para comunicar todos sus mensajes.

Desde 2014, cualquier comunicación enviada desde una dirección privada debe también enviarse a la dirección gubernamental correspondiente para que sea archivada.

Según el New York Times, que publicó la historia la semana pasada, se trata de una petición de los republicanos al Departamento de Estado que inició el proceso en verano de 2014.

«Clinton no entregó correos electrónicos de buena fe, se vio obligada a hacerlo por la supervisión inteligente, decidida y eficaz de la Comisión de la Cámara sobre Bengasi», añadió el portavoz del presidente republicano de la Cámara de Representantes, Michael Steel.

En los albores de una nueva campaña presidencial, los republicanos tomaron el caso para denunciar la supuesta fijación al secreto de la pareja Clinton. Lanzaron una virulenta ofensiva política para reclamar el examen del servidor de Hillary Clinton para verificar que ningún correo electrónico importante – o molesto – haya sido borrado.

Los demócratas rechazaron esta opción y aseguraron que los únicos correos electrónicos eliminados eran personales: el matrimonio de su hija, el funeral de su madre, sobre yoga, vacaciones… En total, cerca de 30.000 correos electrónicos personales fueron eliminados.

También dijo que la seguridad del servidor nunca se ha visto comprometida y que, en ningún caso, había intercambiado mensajes clasificados.