El papa Francisco pidió hoy una Iglesia «más comprometida y unida frente a las familias del mundo, sin exclusiones».
Francisco se expresó así al pedir oraciones ante el próximo Sínodo que afrontará asuntos relacionados con la familia, previsto para el próximo octubre, al hablar a los fieles durante la catequesis de la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro, indicó la agencia EFE.
Jorge Bergoglio se pronunció además en favor de que «el camino sinodal sea animado por la compasión del buen pastor y su rebaño, especialmente hacia las personas y las familias que por varios motivos están cansadas y perdidas, como ovejas sin pastor».
«Así, sostenida y animada por la gracia de Dios, la Iglesia podrá estar más comprometida, y aún más unida, en el testimonio de la verdad del amor de Dios y en su misericordia hacia las familias del mundo, sin exclusiones, estén o no dentro del redil», agregó.
Durante el discurso de hoy, Francisco recordó que «en el sacramento del matrimonio, los esposos cristianos se comprometen con esta bendición durante toda la vida».
Dijo que la Iglesia, por su parte, «se obliga a no abandonar a la nueva familia, ni siquiera cuando ésta se aleje o caiga en el pecado, llamándola siempre a la conversión y a la reconciliación con el Señor».
Durante los saludos tras la audiencia, Francisco también realizó hoy un nuevo llamamiento para que se tenga en cuenta «la dignidad del trabajo» al saludar a algunos trabajadores de la provincia italiana de Vibo Valentia (sur) «que están viviendo una grave situación económica».
Francisco reiteró su llamamiento para que no se imponga la «lógica del beneficio» sobre «la solidaridad y la justicia».
«Tener trabajo es una cuestión de justicia y es una injusticia no tener trabajo. Este es el drama de nuestro tiempo, especialmente para los jóvenes, los cuales, sin trabajo, no tienen perspectivas para el futuro y pueden convertirse en presa fácil de las organizaciones criminales», añadió. EFE
