Santo Domingo. El cardiólogo dominicano, Carlos Cuello Davison, advirtió que la muerte súbita ha aumentado y recomendó a las personas cuidar las condiciones cardiovasculares para evitar el riesgo de este tipo de muerte.

El especialista habló a decenas de médicos y enfermeras durante la entrega de guardia del Hospital Traumatológico Ney Arias Lora, donde destacó que pueden conducir a una muerte súbita el colesterol alto, la ingestión de grasas, los ejercicios extremos en las personas con problemas del corazón ya conocidos, la presión y la diabetes descontroladas y la deshidratación.



Cardiologo

Cuello Davison, jefe de División de Cardiología y director del laboratorio Intervencional de Electrofisiología de los hospitales Physicians Regional Medical Center y Collier Boulevard Medical Center en Naples, Florida, estuvo acompañado de los doctores Ysabel Santana, directora general del centro de salud, Jaime Fernández Durán, subdirector académico del hospital, Juliana Fajardo, subdirectora de planificación, Rafael Pérez Canela, coordinador de enseñanza y la licenciada Medellina Féliz, gerente de enfermerìa. .



El especialista expresó que entre los factores de riesgos que enfrentan las personas están el hábito de fumar o participar en habitaciones donde alguien fuma, pues subrayó que inhalar ese humo es mucho más tóxico que fumar directamente.

Para explicar la gravedad que representa este tipo de fallecimiento inesperado, puso de ejemplo que en Estados Unidos esta es una de las principales causas de muerte, afectando a más de 500,000 individuos por año, es decir 1,200 diariamente y 18 por segundo, superando las muertes por enfermedades de cáncer.

Sostuvo, el médico, que aunque la muerte súbita es la primera manifestación de enfermedad cardíaca, entre el 20% y 25% de los casos registrados, en su mayoría son cardiópatas, personas que ya conocen que tienen una afección en el corazón.

Manifestó que la taquicardia ventricular es el inicio de la muerte súbita y que ésta típicamente ocurre cuando hay un trastorno del corazón. Describió que ese evento se presenta comúnmente en un individuo que está perfectamente bien y de repente le da un desmayo.

“La taquicardia ventricular degenera en un ritmo caótico mayor que lleva a la muerte súbita si no se revierte rápidamente”, dijo Cuello Davison quien ocasionalmente viaja a Santo Domingo a atender pacientes en el consultorio del doctor Douglas Bournigal, ubicado en la avenida Winston Churchill, edificio Hilsa, frente al Banco de Rservas.

En cuanto a los afectados dijo que son individuos que usualmente saben que tiene una afección del corazón. “Tienen un corazón débil porque han sufrido un infarto previo, un ataque cardíaco previo o un virus que le debilitó el corazón. Otras veces, enfermedades congénitas o hereditarias pueden evidenciarse con muerte súbita; aunque estos casos son raros, con frecuencia otros familiares cercanos son afectados, y tienen alto riesgo de morir súbitamente por igual, por lo cual deben identificarse y protegerse”.

Agregó que estas personas han sufrido falta de respiración con el ejercicio, han padecido mareos y desmayos, con frecuencia tienen un electrocardiograma anormal, “típicamente están siendo seguidos por un cardiólogo y ya son conocidos cardiópatas, conocidos individuos con enfermedad del corazón”.

En cuanto a la posibilidad de que un ataque cardíaco agudo derive en muerte súbita dijo que sería un caso raro. “La verdad es que solamente un 4% de los infartos agudos, es decir solo cuatro de cada cien individuos que tienen infartos agudos el corazón terminan en una muerte súbita. Normalmente esos pacientes han tenido un infarto muchos años antes y son afectados ahora y no antes por los cambios en el corazón a través de los años que predisponen a ese ritmo caótico”.

En cuanto a que otros casos puedan degenerar en una muerte súbita dijo que “El trastorno de ritmo del corazón es la causa de muerte súbita en 90% de los casos. El otro 10% puede tener otras afecciones como por ejemplo, la arteria aorta que es el vaso sanguíneo principal que sale del corazón, que puede estar dilatado y de repente romperse, y se desangra la persona en cuestión de segundos o minutos, y eso puede producir muerte súbita. Un coágulo masivo o una hemorragia masiva del cerebro. Son raros, pero son los factores más comunes no cardíacos que pueden llevar a una muerte súbita”.

El doctor Cuello explica que “múltiples estudios han demostrado que los medicamentos antiarrítmicos son nocivos, no se deben usar, pues han aumentado la mortalidad, han disminuido la supervivencia, particularmente en presencia de enfermedad del corazón. Los medicamentos antiarítmicos son venenos que afectan el sistema eléctrico del corazón malo, dañado pero también afectan el tejido bueno, llevando así a un aumento en vez de una disminución de la muerte súbita y no deben utilizarse”.

Por otro lado, el desfibrilador automático es un aparato eléctrico que se implanta debajo de la piel y va directamente al corazón, lo monitorea y en el momento que detecta una arritmia potencialmente mortal produce un shock eléctrico que la detiene y estimula el corazón en una forma normal hasta que se recupere usualmente en unos segundos.

“Con frecuencia el paciente ni siquiera se da cuenta que ha tenido un evento potencialmente letal que fue tratado con efectividad por el desfibrilador. El desfibrilador como no es tóxico, no causa otros daños en comparación con las drogas y ha disminuido dramáticamente la incidencia de la muerte súbita antes de que se produzca pero también ha disminuido la mortalidad en pacientes que ya han sufrido una muerte súbita y que han sido resucitados exitosamente pero que continúan a muy alto riesgo de muerte súbita” informa el doctor.

“Esta se debe llevar a cabo rápidamente dentro de los primeros 10 minutos de la muerte súbita para mejorar o casi garantizar una recuperación completa de todos los órganos que han sido afectados por falta de circulación durante el momento de la muerte súbita donde el corazón no está bombeando la sangre adecuadamente. Basados en ese contexto es importante enseñar a la población a dar los primeros auxilios eficazmente con los programas de resucitación básica de bombeo del pecho y de otras asistencias que se pueden prestar como de respiración boca a boca y otros elementos que mejoran el pronóstico de ese individuo mientras el equipo más especializado llega al lugar”.

El doctor Cuello Davison especializado en electrofisiología cardíaca se graduó de medicina en la UNPHU en 1977. Cursó estudios de Postgrado en el New York Medical College, Lincoln Hospital en New York. Completó Felowship de 2 años de Electrofisiología en el Medical College of Pennsylvannia y en la Universidad de Massachusetts.

Sirvió como Director del Laboratorio de Electrofisiología del “Doctors Hospital” en Canton, Ohio y luego director del Centro de Fibrilación Auricular del “Tampa Bay Heart Institute”, en St. Petersburge, Tampa.

Es actualmente Jefe de la División de Cardiología y Director del Laboratorio de Electrofisiología Intervencional de los hospitales “Physicians Regional Medical Center” y “Collier Boulevard Medical Center” en Naples, Florida.