Santo Domingo. Desde hace más de un año he usado esta frase “El atraco, un deporte nacional” para referirme a la situación por la que está pasando actualmente la República Dominicana en materia de seguridad ciudadana.

¿Por qué es el atraco un deporte nacional? Simple, lo que ocurre está a la vista de todos, desde asaltos en las principales plazas comerciales, bancos, escuelas, bodas, semáforos, casas y hasta en pizzerías, esta última la más reciente.



El Gobierno ha tratado al menos en comunicados de controlar la delincuencia que azota el país, pero en la práctica la gente se siente desprotegida, asustada y sumergida en una paranoia colectiva.

Atraco



No ha surtido efecto alguno lo del patrullaje mixto y es evidente que no es posible que la Policía pueda combatir la delincuencia cuando sus miembros a diario se ven involucrados en hechos delictivos, ya sea en robos en todas sus denominaciones, secuestros, clonación de tarjetas de crédito, lavado, entre otras cosas.

¿Qué es lo que nos espera a los dominicanos que no tenemos una escolta que nos proteja mientras nos desplazamos por la ciudad?

¿Quién o quienes nos cuidan al momento de llegar a nuestros hogares?

¿Por qué se ha tardado tanto en hacer una reforma policial verdadera? ¿Es que el sistema está tan corrompido que resulta imposible transformarlo?

Reitero, no podemos vivir con tanto miedo. Es tiempo de exigir cambios sustanciales, tangibles, reales.