SANTIAGO. La Policía informo que detuvo, bajo custodia policial, en un centro clínico privado de esta ciudad a un hombre que admitió haber echado veneno a una batida de zapote con fines suicidas, pero que fue ingerido por su suegro Isidro Manuel Ovalle Santos, de 60 años, quien murió cuando recibía atenciones médicas en el hospital Presidente Estrella Ureña, de esta ciudad de Santiago.

Rafael Antonio García relató que estaba agobiado de las deudas, compró una batida y dos tostadas; de camino a su casa se detuvo, le echó una sustancia tóxica, la tapó, continúo su ruta y después que estaba en la casa, dejó la batida y las tostadas encima de la mesa del comedor.



Narró que posteriormente salió al colmado a comprar un refresco, y en ese momento llegó su suegro, el hoy occiso, al cual su concubina, Nieves Carolina Ovalles, le brindó batida y tostada, ignorando la situación, informó Diariolibre.

Dijo que cuando su pareja sentimental y él estaban solos, tomaron de la batida, pero ya su suegro se había marchado de la casa.