En su 52 versión de su tradicional Concentración Evangélica Nacional, «Batalla de la Fe», que se celebró este viernes en el Centro Olímpico, el pastor Ezequiel Molina, dijo que “el gran problema que esclaviza a los dominicanos es la corrupción, flagelo que genera pobreza y desigualdad, (unos muy ricos y otros muy pobres)”.
En dicha actividad, Ezequiel Molina enumeró algunos de los sistemas que están corrompidos; como el sistema sanitario, del cual destacó que «quienes lo sostienen se hacen de la vista gorda ante la falsedad en el ejercicio y comercio de la medicina».
Molina, también apuntó su dedo acusador hacia el sistema energético, del cual manifestó que «los generadores que por cobrar servicios no brindados y suben sin control y nadie puede fiscalizarlo y que decir del transporte con la distribución de beneficios por acuerdos con el Estado que luego incumplen».
El pastor Ezequiel Molina, ante la presencia personalidades, se refirió a la seguridad ciudadana y al sistema de justicia, de las cuales dijo que «está muy desacreditado». No obstante, dijo»que hay una mayoría de jueces probos pero maniatados por el sistema corrompido, del cual estamos con el grito al cielo».
Sobre los partidos políticos, el evangelizador los consideró «como enjambres de víboras devoradoras, que llegan al poder al llenar sus bolsillos y a repartirse los recursos del pueblo», sin dejar de respetar a la gente seria que participa en la política creyendo que podrá aportar algo para adecentar la cosa pública.
Ezequiel Molina entiende que los partidos políticos deberían ser instrumento de equidad y control, pero en la práctica diaria lo que la gente interpreta, por sus actos públicos, es que funcionan «víboras devoradoras».
Ante la presencia del presidente de la República, Danilo Medina, el pastor Ezequiel Molina, se mostró convencido de que la mayoría de los gobernantes del país, llegan al solio presidencial con un maletín lleno de buenas intenciones, pero algo los hace cambiar y no es otro que el poderío del sistema de corrupción muy bien articulado, ante el cual solo le queda uno de tres caminos: confrontar la corrupción, ser indiferentes ante los corruptos y abandonar.
Finalmente, el pastor Ezequiel Molina llamó a los dominicanos a no permitir a que desaparezcan sus símbolos patrios ya que identifican la libertad y si llegaran a desaparecer se habrá caído en la libertad.